Así es (y así se lleva) el vestido dorado perfecto
Así es (y así se lleva) el vestido dorado perfecto

Lo ha lucido (como no podía ser de otro modo) Sienna Miller en la première en Los Ángeles de American Woman, la nueva película que protagoniza. Y sin duda es el vestido dorado perfecto: ese vestido dorado que llevas toda la vida buscando y que, más allá de la tendencia, prevalece como un icono atemporal.

Todo comienza con el tejido, creado a partir de una tela elástica recubierta de minilentejuelas, que se ajusta al cuerpo en la parte de arriba y que se convierten en romántico plisado al llegar a la falda; de vuelo.
Se trata de una textura que, al entrar en contacto con el color dorado, se vuelve imbatible. El ambiente entonces se llena de destellos y la inspiración crece (y crece) hasta alcanzar sus cuotas más altas.
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La forma también cuenta.
Un falso escote halter con tirantes finos y dibujo de pica invertida se une a una cintura drapeada para definir la silueta con naturalidad. Como si no importase. Porque, en realidad, no importa.
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En este punto, el cinturón fino, también de color dorado, con que Sienna Miller accesoriza el vestido juega un papel fundamental. Podría pasar desapercibido, pero no lo hace. He ahí la clave.
La pieza recuerda al Old Hollywood de los años 40, pero también a la etapa disco de Studio 54 de finales de los 70. Tiene algo que la hace estar, al mismo tiempo, en una y otra época (¿para qué elegir?) La firma Ralph Lauren.
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La actriz completa su estilismo con unas sandalias todavía más doradas que el vestido. Que ya es decir. Sandalias para bailar. Sandalias para recorrer la red carpet con mucha actitud. Y pendientes de aro del mismo tono.
Fotos: Gtres