10 cosas que no sabías de El lado bueno de las cosas
10 cosas que no sabías de El lado bueno de las cosas

Fue una de las gratas sorpresas cinematográficas de 2012. El lado bueno de las cosas no sólo devolvió a las comedias románticas al olimpo de los Oscar, con ocho candidaturas, sino que nos presentó a una de las grandes parejas del star system hollywoodiense: Jennifer Lawrence y Bradley Cooper (ahora convertido en uno de los actores mejor pagados de Hollywood)

A pesar de la diferencia de edad entre ambos (15 años), en pantalla eran química pura y David O. Russell supo exprimirla al máximo. El actor interpreta a Pat, un profesor de Historia con trastorno bipolar que vuelve a casa tras ocho meses ingresado en una institución mental.
Un regreso que Pat intentará tomarse de la forma más positiva, con el objetivo de recuperar a su ex mujer. Precisamente, la que provocó su trastorno, cuando la pilló con uno de sus compañeros de departamento.
Eso sí, sus planes de reconquista se verán alterados por la aparición de la joven y controvertida Tiffany (Lawrence). Una joven contestataria y rebelde que revolucionará el mundo que Pat intenta reconstruir. Hasta tal punto, que la pareja acabará apuntada a un concurso de baile, sin tener él ni idea de bailar.
Comedia inesperada
Todo muy bizarro e inesperado, como toda la película. Un cúmulo de situaciones tan caóticas como cotidianas, con un estelar Robert de Niro, en el papel de padre de Pat. Un corredor de apuestas ilegales, obsesionado con los Eagles de Filadelfia y la mala suerte.
Dulce, sorprendente y emotiva historia de un amor no tradicional que arrasó en taquilla y que, por muy poco, no tuvo a otros dos actores como protagonistas. Una decisión que nos podría haber privado de este binomio cinéfilo que conforman Lawrence (la más sexy del mundo) y Cooper, que ya hemos podido ver en otras dos ocasiones (American Hustle y Serena). Y no es la única anécdota que esconde esta película.
Fotos: Facebook