Fuegos y otras catástrofes han sacudido este verano infernal que también fue el más hermoso de nuestras vidas porque siempre resulta así este periodo de tiempo de días alargados, una combinatoria calcinante de contradicciones. Lo mismo se da el fin del mundo en las noches abrasadoras que el amor con menta de una madrugada con brisa y palmeras o en ese instante que el asfalto enfría para dar su entrada al amanecer en la ciudad.
Pero a lo que vamos.
Resumen del verano.
Aitana fue la nº1
Antes de que la devastadora ola de calor de agosto derritiese el mundo se consagró (allá por el ya lejano mes de julio) una Aitana que pretende disputar el trono del pop en español a la mismísima Rosalía aunque eso sean palabras mayores. Sus conciertos volvieron a provocar la indignación ridícula de timoratos dispuestos a exhibirse en redes sociales y la prensa (especializada o no) se rindió a su carisma y, sobre todo, a su voluntad de ser estrella. Ojalá le salga bien y mida las consecuencias. Ya se sabe aquella frase de Santa Teresa que Truman Capote inventó: “Se llora más por las plegarias atendidas que por las que Dios desoye”.
Aitana fue protagonista estival y también su noviazgo con un creador de contenido cuyo nombre es Plex y que confirma un clima de nueva era, cuando todo es perfecto de cara a seducir a las hordas juveniles, streamer + estrella del pop resulta adecuadísimo.
La nueva velada de Ibai Llanos
Y en Sevilla, desafiando al calor, el 26 de julio, se produjo el gran evento que enardece a las masas juveniles. La Velada del Año V, espectáculo promovido por Ibai Llanos que consiste en ver pegarse a celebridades de nuevo cuño, sea Roro o un gamer con ganas de renovar su poderío. También cantó Melendi y la mencionada Aitana.
La Velada del Año V reunió a 80.000 espectadores en Sevilla y a 9’8 millones a traves de Twitch. Ibai Llanos es un tipo majo pero, sinceramente (y a riesgo de ser acusados de viejismo), si el futuro era poner a gente a hostiarse para regocijo del personal podemos recurrir al refrán de nuestros abuelos según el cual “para este viaje no hacían falta alforjas”.
El nuevo disco de Taylor Swift
Y luego, ya en agosto, Taylor Swift anunció nuevo disco titulado The Life of a Showgirl, cuya estética sigue esa línea reciente en la cual ciertas estrellas femeninas del pop deciden volver a asumir ciertos roles sujetos a la mirada masculina (ahí está la controversia con las imágenes ¿sumisas? de Sabrina Carpenter en su último disco).
Pero, más allá de las imágenes burlesque compartidas por Taylor Swift, habrá que juzgar sus canciones. Este otoño se conocerán.
Donald Trump ama a Sydney Sweeney
Coleó cual serpiente de verano la controversia sobre el anuncio de American Eagle protagonizado por Sydney Sweeney, criticado por su sexismo pero también por nazi (concretamente, por elogiar los “buenos genes” de una actriz rubia y normativa). La polémica fue aprovechada por la nueva derecha estadounidense para ridiculizar a la vieja izquierda y Trump acabó sumándose al lío y elogiando a una estrella de Hollywood que, por otra parte, asegura que acepta tantas campañas de publicidad porque el cine no le da para pagarse su apartamento en Hollywood (leído en The New York Times).
El caso es que Sydney Sweeney es la nueva musa de la derecha estadounidense y ella calla y otorga y, encima, la prensa descubrió que estaba registrada como votante republicana.
Despedidas
Y, evidentemente, luego están las ineludibles y dolorosas despedidas. Impactante fue tener que decir adiós a Verónica Echegui, a quien siempre recordaremos con su sonrisa luminosa.
También falleció Isabel Pisano, actriz y periodista y escritora de heterodoxia ferviente (lo mismo fue diva erótica de Bigas Luna que periodista de guerra o pareja sentimental de Arafat).
Y se fue la mitad del Dúo Dinámico, Ramón de la Calva, de quien hay que recordar sus fabulosas canciones y olvidar algunos episodios de opinión política que podía haberse ahorrado.
Y el verano fue apagándose.
Y septiembre nos acogió en su seno, con esa melancolía sanadora del retorno al eterno comienzo.
Hágase el otoño.