Hollywood teme a Donald Trump

Dijo Orson Welles en tiempos de la caza de brujas del senador McCarthy: “La izquierda de Hollywood renunció a sus ideales para conservar sus piscinas”. Y otra vez, cuando las cosas se ponen difíciles, Hollywood prefiere refugiarse en un mutismo depresivo. Actrices y actores y cineastas en general optaron por el silencio político en la gala de los Oscar 2025. Nadie aludió a Trump. El miedo pudo mascarse en la gran fiesta de la industria cinematográfica más importante del mundo.

“En estos momentos de división, es bonito ver una película juntos” afirmó Sean Baker (director de ‘Anora’) en la gala. Mikey Madison, Oscar a la Mejor Actriz, pidió derechos para las trabajadoras sexuales.

Adrien Brody denunció “el antisemitismo, el racismo” en su interminable discurso (tan interminable como ‘The brutalist’).

Conan O’Brien hizo una bromita sobre Putin.

Y sólo cuando subieron al escenario Yuval Abraham, Basel Adra, Hamdan Ballal y Rachel Szor para recoger el Oscar al Mejor Documental por ‘No Other Land’ se escuchó una reivindicación justa y firme: “Detengan la injusticia y limpieza étnica en Gaza”.

Pero ‘The Apprentice’, la vitriólica sátira sobre Trump, se fue sin galardón alguno.

Al menos, Zoe Saldaña exhibió orgullo de sus orígenes migrantes ante el retorno del racismo sin complejos.

Las locuaces estrellas de Hollywood, que votan demócrata y apoyan las causas de izquierdas, corrieron a emborracharse con champán para olvidar que un sátrapa ganó las últimas elecciones.

¿Qué hacer?, como se preguntara Lenin.

Hollywood atraviesa un momento complicado. Ninguna superproducción gustó a los académicos así que los premios de este año tuvieron que repartirse entre cintas independientes ajenas a la gran industria. Y Trump ha señalado a los artistas progres como enemigos así que mejor guardar silencio.

Tiempos difíciles.

Y desde aquí opinamos que Demi Moore se merecía un Oscar por su trabajo en ‘La sustancia’.

Sea como sea, practiquemos la indulgencia porque el miedo de Hollywood no es sino el reflejo de una izquierda mundial absolutamente desorientada frente a la ola reaccionaria que arrasa las democracias.

Y tampoco es que esta haya sido la edición más brillante en lo cinematográfico. Seamos sinceros. ¿Pasarán a la gran historia del cine todos los títulos que este año han competido? Lo dudamos. Es como cuando ‘Moonlight’ ganó a ‘La la land’. ¿Quién demonios se acuerda de ‘Moonlight’?

No caigamos en el pesimismo.

También esto pasará.

Y, desde el azul de sus piscinas, las estrellas de Hollywood volverán a pedir el voto para el Partido Demócrata.

DANIEL SERRANO