Anthony Hopkins tiene 87 años, pero acaba de estrenar Blindado (Locked), su nueva película. Seguro que tú estás contando los años que te quedan para firmar tu jubilación y el actor galés no se plantea dejar de actuar ni por un momento.
Una vida difícil
Anthony Hopkins no ha tenido una vida fácil. Aunque el actor de Hollywood es una de las figuras más respetadas de la industria, ganador de dos Oscar (uno de ellos a los 83 años), ha tenido que superar muchos baches que ha ido encontrándose en el camino.
Problemas en su infancia
Hopkins nació en 1937 en Margam, un suburbio de la ciudad galesa de Port Talbot. Hijo único de un panadero, de niño no destacó en los estudios ni en los deportes, por lo que sus padres lo mandaron a un internado.
Se sentía mal
Hopkins asegura que el hecho de no ser bueno en los estudios provocó en él un complejo de inferioridad. “Crecí absolutamente convencido de que era estúpido“, contó a The New York Times sobre su infancia.
Hopkins es disléxico
No es que fuera mal estudiante, es que en realidad era disléxico pero no lo sabían. Aún así, Hopkins tiene sus trucos para memorizar los guiones: los lee en alto unas 250 veces antes de grabar y se aprende un poema nuevo cada semana para ejercitar su memoria.
El momento en el que todo cambió
El actor Richard Burton creció cerca de Port Talbot y un día se encontró con un joven Hopkins por casualidad. Eso le hizo replantearse su vida y dirigir sus miras hacia la actuación.
Su primer divorcio
Mientras su vida laboral iba viento en popa, su vida personal se desmoronaba. En 1972, y tras seis años de matrimonio, dejó a su primera mujer, la actriz Petronella Barker, y a su hija de apenas 14 meses.
No tiene relación con su hija
Hopkins no tiene ningún tipo de relación con su hija, la actriz y cantante Abigail Hopkins. En 2018 Hopkins dijo a Radio Times que ni siquiera sabía si tenía nietos.
Adicción a la bebida
Durante la década de los 70, Hopkins sufrió una grave adicción a la bebida. Todo terminó el día que se despertó en un hotel de Arizona sin saber cómo había llegado allí desde Los Ángeles. Así, el 29 de diciembre de 1975, Hopkins dejaba oficialmente de beber.
Así conoció a su segunda mujer
De hecho, la bebida jugó un papel crucial en el hecho de que Hopkins conociera a su segunda esposa, Jennifer Lynton. En 1973, ella era secretaria de Pinewood Studios y le encargaron recoger al actor del aeropuerto de Heathrow porque había perdido el vuelo porque iba ebrio.
Matrimonio infeliz
El matrimonio con Lynton duró 29 años, pero en esa época, Hopkins le fue infiel con varias mujeres, entre ellas la modelo Joyce Ingalls y la guionista Francine Kay.
Sir Anthony Hopkins
En 1993, la Reina Isabel II convirtió a Hopkins en Sir. Él mismo dijo que le pareció surrealista, ya que lo nombraron por su papel en El silencio de los corderos, donde interpretaba a un asesino psicópata.
A la tercera va la vencida
Menos de un año después de su segundo divorcio conoció a Stella Arroyave, 18 años más joven que él. Era la dependienta de una tienda de antigüedades de Los Ángeles, aunque siempre había querido ser actriz. Parece que, desde ese momento, su vida es más estable y tranquila. Tenía 66 años.
Actor, músico y pintor
No sólo es un excelente actor, sino que también es un gran músico y un reconocido pintor. Toca muy bien el piano y en los 80 publicó un disco con temas compuestos por el.