Los ricos también lloran. Esta parece ser la premisa de The White Lotus, serie que nació en 2021 y que ya va por su tercera temporada. Se han dado prisa. Y es que esta ficción, que ya sólo con su primera tanda de episodios se llevó a casa 15 Emmys, quiere aprovechar el tirón antes de que la gallina de los huevos de oro se canse de poner.
El punto de partida de cada una de las tres temporadas no tiene nada de novedoso: un grupo de ricos va a pasar unos días a un resort. Maui, Sicilia y Tailandia son las diferentes localizaciones, aprovechando lo que les ofrece para tratar diferentes temas a través de sus personajes: en la primera temporada, el dinero era el argumento principal; en la segunda se hablaba del sexo y las diferencias de roles; y en la tercera, la espiritualidad oriental parecer ser el centro de todo.
Su variedad de personajes, sobre todo la actriz Jennifer Coolidge (a quien echamos de menos en los nuevos episodios), son lo mejor de The White Lotus y la gran mayoría de los expertos parecen haberse enamorado de los arquetipos que representan cada uno de ellos. Porque si algo son los protagonistas, son exagerados sin que ello reste credibilidad a la serie.
Una crítica casi unánime
Lo cierto es que la gran mayoría de críticos adoran The White Lotus. Son pocas las voces discordantes, pero alguna hay porque es imposible gustar a todo el mundo. Candice Frederick, de The Wrap, destacaba sobre su primera temporada que era una serie llamativa, pero vacía. Bajo su punto de vista, la necesidad de incluir un sinfín de personajes para dar voz a todas las opiniones y situaciones vitales posibles, genera confusión. Aunque bien es cierto, que es la única periodista en aducir este argumento.
La segunda temporada comenzó a decepcionar a algún que otro crítico, pero la gran mayoría seguía enamorada de The White Lotus. Tanto Judy Berman, de Time, como Ben Travers, de IndieWire, coinciden en que la serie continúa siendo original, pero comienza a hacerse más pesada, quizá porque ya no sorprende tanto como la primera. Allison Picurro, de TV Guide y Alan Sepinwall, de Rolling Stone, también la comparan son su primera parte y sale perdiendo, aunque ninguna crítica tan tajante como la de Marya E. Gates, de The Playlist: “Esta vez el viaje no merece la pena”, dice.
Y así es como llegamos a la tercera temporada. Los nuevos huéspedes llegan a Tailandia para pasar unas vacaciones de lujo pero, según opina el argentino Diego Lerer, esta vez “los personajes no están a la altura”. Picurro también echa en falta unos personajes bien descritos, además de una trama dinámica. Y otros medios como Rolling Stone o Slant consideran que la tercera temporada no aporta demasiadas sorpresas.
En definitiva, parece que The White Lotus va perdiendo brillo con el estreno de cada nueva temporada, pero de momento, sigue siendo la niña bonita de Max. Veremos cuánto le dura.
SARA FLAMENCO