El “arrogante” discurso que ha perseguido 25 años a James Cameron

“¡Soy el rey del mundo!”. Eso fue lo que gritó, emocionado, James Cameron al recibir su Oscar a Mejor Director por la película de la cual sacó esta cita: Titanic. El filme ganó esta noche 11 estatuillas estableciendo un récord nunca superado aunque sí igualado, y Cameron no cabía en sí de gozo.

Esto fue lo que le hizo explotar sobre el escenario asegurando que era el monarca del planeta entero, momento que a día de hoy, le avergüenza: “Lo que aprendí es que no citas tu propia película si ganas… porque es algo vergonzoso“, ha asegurado.

Suponemos que tuvo que subir tantas veces al escenario del Teatro Kodak esa noche que ya no sabía qué otra cosa decir, pero lo que a nosotros nos parece un momento tierno, él teme que fuera visto como arrogante.

‘Titanic’ la película más premiada

11 Oscar se llevó Titanic en la 70 edición de los Premios de la Academia, incluyendo el de Mejor Actriz para Kate Winslet, el de Mejor Director y el de Mejor Película. Leonardo DiCaprio ni siquiera fue nominado, comenzando así una maldición que rompió en 2015 con el filme El renacido.

Titanic competía en ese momento con Mejor… imposible (James L. Brooks), Full Monty (Peter Cattaneo), El indomable Will Hunting (Gus Van Sant) y L.A. Confidential (Curtis Hanson), pero fue finalmente él quien se llevó el gato al agua. Eso sí, no sabe con qué porcentaje. “Di por hecho que gané por un amplio margen (…). Pero la realidad es que nunca sabremos por cuánto ganamos, y lo más probable es que no fuese una victoria aplastante. Tomé conciencia sobre ello en los 25 años siguientes, pero ya sabes, vives y aprendes”, aseguró para justificar por qué se sentía avergonzado por su discurso.

Y por lo visto no es para menos, ya que The Hollywood Reporter asegura que Louis J. Horvitz, director de la ceremonia aquella noche, pensó que Cameron era un “gilipollas”

“Te diré exactamente cuándo me di cuenta de que iba a ser un problema: cuando caminé entre bastidores y Warren Beatty me miró como diciendo ‘pobre idiota, ¿qué coño acabas de hacer?‘ Y yo dije ‘ah, ¿eso no ha estado bien?, vale….'”, recuerda Cameron de los primeros minutos después de haber obtenido el Oscar a Mejor Director.

Nosotros rompemos una lanza a favor de Cameron y es que no fue para tanto. Y sí, en ese momento, él era (o al menos así se sentía) el rey del mundo.