Con la llegada del calor, los platos de cuchara quedan relegados a un segundo plano. No es que no podamos disfrutar de unas lentejas o una fabada en pleno julio, pero apetecer, no apetece demasiado.
Por eso en esta época del año no faltan en todos los frigoríficos españoles (sobre todo en los andaluces) una buena jarra de gazpacho, tanto para comer como para cenar o incluso para tomarlo entre horas. Siempre nos viene bien.
Pero no sólo de gazpacho vive el hombre. En pleno verano, son muy apreciadas las recetas fresquitas y, a poder ser, que lleven poco tiempo. Y si ya no nos hace falta encender la vitrocerámica, apaga y vámonos. Y para eso, esta receta es lo mejor de lo mejor, el entrante por excelencia si te gusta mezclar dulce con salado: melón con jamón.
¡Al lío!
Nuestra receta de melón con jamón
Ingredientes:
– 2 kg de melón piel de sapo (otros utilizan cantalupo, pero para mi gusto es demasiado dulce)
– 200 gramos de jamón serrano (si es ibérico, mejor que mejor)
Preparación:
1. Cortamos 2 kg de melón en rodajas a lo largo y le sacamos las pepitas.
2. A continuación, cortamos y desechamos, con cuidado, la piel de cada rodaja con la punta de un cuchillo.
3. Seguidamente, cortamos las rodajas de melón en porciones más pequeñas.
4. Para acabar, colocamos 200 g de jamón serrano en lonchas, repartidos en todas las porciones de melón. Para ello, pinchamos media loncha de jamón sobre cada porción de melón con la ayuda de una brocheta.
Y pensarás: “Que poca vergüenza tienen estos de Zeleb de publicar una receta que sólo implica cortar el melón y ponerle una loncha de jamón por encima”. Vale, os doy la razón, pero para que nos perdonéis, os damos una versión de este entrante con un poquito más de complejidad.
Sopa fría de melón con jamón crujiente
Ingredientes:
– 1 kg de pulpa de melón, una vez pelado y sin pepitas (cuánto más maduro, mejor).
– 100 ml de nata para cocinar.
– Aceite de oliva al gust0.
– Sal y pimienta negra.
– 1 loncha gruesa (o 3 lonchas finas) de jamón serrano.
Preparación:
1. Tritura el jamón serrano lo más pequeño que puedas. Si no tienes una máquina para hacerlo puedes usar un cuchillo, pero será más tedioso y quedará peor.
2. Cuando esté triturado ponlo en un plato sobre papel de cocina y cúbrelo también con papel de cocina para que suelten toda la grasa posible.
3. Retírale las pepitas al melón, pélalo córtalo en trozos grandes y tritúralo con una batidora o un robot hasta que esté homogéneo y sin grumos.
4. Añade la nata, el aceite de oliva al gusto (mosquéa, ¿eh? tranquilo, con 2 o 3 cucharadas sería suficiente), un poco de pimienta negra y sal, y tritura de nuevo.
5. Pruébalo por si tienes que rectificarlo de algún sabor, aunque avisamos de que esta sopa fría es dulce y por mucha sal que le eches, seguirá estando dulce. No te pases si no quieres tener que tirarla por el váter.
6. Pasa la sopa de melón a un recipiente cerrado y mételo en la nevera durante unas horas para que esté bien fría.
7. Para hacer el crujiente de jamón introdúcelo en el microondas en tandas de 30 segundos hasta que compruebes que está crujiente. Tienes que vigilarlo de cerca, porque puede pasar de crujiente a quemado en un segundo.
¿Te parece mejor esta versión del típico melón con jamón? El concepto es el mismo, pero con un toque más sofisticado por si tienes una cena con tus amigos y quieres sorprenderles. Además, es fácil y sigues sin tener que encender la vitrocerámica, más no se puede pedir.
SARA FLAMENCO
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