Se acercan las vacaciones y la riqueza paisajística de las islas del Mediterráneo es siempre una buena opción para disfrutar del verano y las playas. Pero, claro, todo está ya muy visto. ¿Seguro? Hay algunas islas menos conocidas que merece la pena descubrir. Veamos.
Folégandros (Grecia)
No sabemos si es la más desconocida pero sí la isla más pequeña de las que pertenecen al territorio griego del Mediterráneo. Una miniatura preciosa. Pero hay muchas más islas para descubrir y que no son las habituales (Miconos, Córcega, Cerdeña…). Naveguemos hacia nuevos destinos.
Linosa (Italia)
La isla de Linosa es territorio volcánico y pertenece al pequeño archipiélago de las Pelagias. Vegetación no tiene mucha, pero el paisaje es muy pintoresco gracias a sus casas, pintadas con colores muy vivos. Junto con Lampedusa y Lampione, Linosa forma parte de la Reserva marina Islas Pelagie, una zona con un gran valor debido a su biodiversidad y la presencia de numerosas especies que sólo pueden verse allí. Un destino imprescindible para los amantes del buceo debido a sus profundidades ricas en corales, esponjas, madréporas, peces loro y langostas.
Susak (Croacia)
La isla de Susak es una isla única en mitad del Adriático puesto que ha conservado un dialecto inusual, trajes folclóricos originales y costumbres propias. Una decena de bahías, campos de juncos y una vista al mar cristalino son los principales motivos para enamorarse de Susak.
Patmos (Grecia)
La isla de Patmos tiene 63 kilómetros de costas y se trata de una de las islas habitadas más pequeñas del mundo. Con su curiosa forma de 8, Patmos está repleta de colinas rocosas, poca vegetación y dos poblaciones principales: Patmos Jora y Skala. La faa de Patmos se debe a que, durante la dominación romana, se trató de un lugar de destierro, donde fue exiliado el apóstol San Juan.
Procida (Italia)
Esta isla volcánica en el golfo de Nápoles ofrece una estampa idílica, rodeada de barcos de pesca y con pequeños pueblos encaramados en las colinas. La suya es una belleza típicamente mediterránea, con sus construcciones de varios colores frente a un mar azul. Entre las playas de Prócida una de las más bellas es sin duda la playa del Pozzo Vecchio, que se hizo famosa gracias a Il Postino, la famosa película de 1994.
Islas Príncipe (Turquía)
Las Islas Príncipe, comúnmente conocidas como Adalar, son un archipiélago compuesto por ocho islas que decoran el mar de Mármara como puntadas al óleo de un verde musgo. Estas ocho hermanas, de nombre Heybeliada, Burgazada, Kinaliada, Sedef, Yassiada, Taysan, Kasik y Siyriada, tienen terminantemente prohibido el uso de vehículos a motor, por lo que solo se pueden recorrer a pie, en bicicleta, en coches de caballos, o a lomos de un burro.
Pantelleria (Italia)
Nacida de las entrañas de un volcán y bañada por las aguas del Mediterráneo, Pantelleria está salpicada de pequeños paraísos. Calas, cuevas marinas, fumarolas, coladas de lava, praderas de posidonia y bosques conviven con otros elementos creados por el ser humano, como los dammusi, unas casas típicas de la isla; o los Giardini Panteschi, jardines construidos con piedra de lava seca. Situada a unos 100 kilómetros de Sicilia y a 70 de Túnez, Pantelleria cuenta con hermosas playas de roca y grava.
Cres (Croacia)
La Isla de Cres, enclavada en el Golfo de Kvarner, tiene una historia muy curiosa. Y es que en la antigüedad formaba parte de la Isla de Losinj, pero en la época romana se realizó una obra que separó ambas islas, unidas actualmente por el puente de Osor. En Cres existen dos geografías opuestas ya que en su parte más meridional la superficie es desértica y la más septentrional es boscosa y abrupta. Una de sus maravillas naturales es el Lago Vransko que tiene unos 68 metros de profundidad.
Porquerolles (Francia)
Esta isla del Mediterráneo, cubierta de pinos y viñedos tiene una de las aguas más turquesas del planeta. Allí podrás aislarte del ritmo vertiginoso de tu día a día, ya que en esta isla no verás coches ni tendrás acceso al wifi, pudiendo disfrutar de una pequeña aldea de casitas sumergidas en buganvillas. La costa sur está llena de acantilados, pero si la playa es lo tuyo deberás acudir a la costa norte, donde encontrarás el puerto y las playas de Notre Dame, La Courtade, y Plage d’Argent.
Hidra (Grecia)
¿Qué queda en esta isla griega del glorioso pasado hippy que atrajo a Leonard Cohen a retirarse en este rincón del Mediterráneo? De ambiente chic, no es tan conocida ni está tan concurrida como Santorini o Mikonos, y debe su elegancia a los aristócratas y burgueses adinerados atenienses que levantaron allí sus residencias de verano. Llegar allí es como viajar en el tiempo, un momento en el que no existían los coches, ya que en Hidra están prohibidos y sólo se puede recorrer a pie, en burro o mediante taxis acuáticos.
Filicudi (Italia)
Filicudi forma parte del archipiélago volcánico de las Eolias que está formado por siete islas, todas ellas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000. Dominada por el monte Fossa delle Felci, alberga ocho volcanes, todos apagados, en cuyas laderas crece una vegetación típica del maquis, entre retamas, olivos y algarrobos.
Bozcaada (Turquía)
La isla Bozcaada ubicada en el noroeste del Mar Egeo forma parte de la provincia de Çanakkale. Bozcaada destaca con sus hermosas playas y casas idílicas. Un elemento peculiar de la isla son los numerosos aerogeneradores al lado del mar desde donde se tiene una vista fascinante especialmente cuando se pone el sol. Supuestamente fue aquí donde el Caballo de Troya fue construido y donde los griegos fondearon sus barcos antes del ataque sorpresa a Troya.
Vulcano (Italia)
Vulcano es la más cercana a la costa de las 7 islas del archipiélago de las Eolias, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Bajo la mirada del antiguo Volcán Dormido, ofrece una gran cantidad de aguas termales y sulfurosas, así como un paisaje marino virgen. Su incontenible temperamento volcánico y su espectacular paisaje no domesticado por el hombre te ayudarán a hacer las paces con la naturaleza.
Chipre
No es que Chipre sea realmente poco conocida pero sí que su geografía contiene lugares sorprendentes y un poco al margen de la masificación turística. Aunque el turismo ha colonizado la costa de Chipre, su interior permanece virgen, pudiendo disfrutar de elementos como las montañas de Troodos, con su aroma a pino, y las playas de anidación de tortugas de la península de Akamas.
Menorca (España)
Vista aérea de Cala Turqueta en Menorca, una isla española en el archipiélago balear que, al igual que todas sus playas, se caracteriza por unas aguas limpias y cristalinas. Menorca es pequeña pero sus paisajes cambian dependiendo de dónde te encuentres: de litoral abrupto y playas rojizas por el norte, y relieve suave, con calas de arena dorada, por el sur. Lo que no cambia es su espectacular fondo marino, uno de los preferidos por los amantes del buceo. Además, ha sido declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, debido a su gran riqueza ecológica y paisajística.
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