El pasado 23 de junio se estrenaba Sin Malos Rollos, una comedia bastante típica y tópica norteamericana que, sin embargo, ha conseguido algo que el mundo y Hollywood llevaban años esperando: recuperar a Jennifer Lawrence para la causa.
La actriz, tras un largo parón, no sólo vuelve con fuerza, sino que en las entrevistas ha recuperado esa chispa y naturalidad que la convirtieron en la nueva novia de América y del mundo. Y una muestra de ello, es su paso por Hot Ones, un famoso programa en el que los invitados famosos prueban 10 alitas de pollo, a cual más picante. El paso de JLaw por el programa, apunta a reventar todos los récords de visitas.
Pero más allá de alitas picantes y entrevistas simpáticas, la oscarizada actriz tiene un buen puñado de películas, para todos los gustos, con los que pasar un buen rato. Su amplio rango hace que cada cual tenga su favorita, así que nosotros nos vamos a limitar a recomendar cinco de ellas, confiando en que gusten a todo el mundo. Si no es el caso, basta con echar mano de su filmografía y elegir cualquiera de las restantes.
Winter’s Bone (2010)
Durante cuatro años, Jennifer Lawrence había tenido papeles episódicos en series como Monk o Medium, o en películas como Lejos de la Tierra Quemada. Pero llegó Debra Granik y, a sus 20 años, le dio su primer papel protagónico, el de una adolescente a cargo de una familia sin recursos y con una relación complicada con su padre.
Nominación a Oscar y a punto de dar la sorpresa. Tan sólo el espectacular trabajo de Natalie Portman en Cisne Negro, le quitó la estatuilla.
Los Juegos del Hambre (2012)
Su paso por los X-Men dejó a una más que estimable Mística pero si tenemos que quedarnos con una heroína de franquicia, lo hacemos con Katniss Everdeen. La adaptación de la saga de Suzanne Collins fue tremendo éxito y gran parte de culpa la tuvo el papel de Jennifer Lawrence y su revuelta contra el Capitolio. Es un personaje al que ha reconocido que guarda mucho cariño, tras cuatro entregas en total.
El Lado Bueno de Las Cosas (2012)
2012 fue un año para enmarcar en la vida profesional de Jennifer Lawrence. Por un lado, Los Juegos del Hambre. Por otro lado, el Oscar a Mejor Actriz en su segunda nominación. Su Tiffany Maxwell tenía tantos matices que se merendaba en pantalla a todo el que se atrevía a compartir plano con ella, desde Robert de Niro, a Bradley Cooper, pasando por Jacki Weaver. Merecidísimo precio y muy recomendable historia.
Passengers (2016)
Es posible que Passengers no sea de las cintas con más calidad de la filmografía de la actriz, pero consigue mantenerte pegado al asiento hasta el final. Una historia sencilla, canónica y casi predecible, pero que cumple como entretenimiento sin pretensiones. Y es cierto que su química con Chris Pratt no es la mejor, pero ambos eran las estrellas del momento aquel 2016 y poder verles juntos en pantalla fue un regalo para el fandom.
Gorrión Rojo (2018)
Si Charlize Theron dimite como la heroína de acción más relevante del siglo XXI, Jennifer Lawrence dejó claro que opta a coger el testigo. Dio vida a Dominika Egorova, una espía de la vieja escuela, fría, despiadada y sin temor a escenas complicadas en todos los sentidos. Si John Wick tuviera una versión femenina, esta Dominika Egorova sería una alternativa fantástica.
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