Así es Cleopatra en Netflix

Si existe una figura histórica cuya vida siempre ha estado envuelta en un halo de misterio (casi conspiranoico), esa ha sido Cleopatra. La última faraona de Egipto protegió su trono y a su familia con puño de hierro, lo que la ha hecho pasar a la historia como una mujer fuerte y de carácter inquebrantable.

Es por eso que Jada Pinkett Smith se ha fijado en ella para la segunda temporada de su serie documental que explora la vida de las reinas de África más emblemáticas, titulándose en este caso La reina Cleopatra.

Cleopatra fue la mujer más famosa, poderosa e incomprendida del mundo; una reina audaz cuyos amores y encanto eclipsaron su mayor fortaleza: su inteligencia. Por eso, esta serie pretende replantear su fascinante vida formulando preguntas en torno a sus raíces, tema que continúa siendo objeto de debate.

La emocionante historia de ‘La reina Cleopatra’

Pocas mujeres en la historia han sido más icónicas que Cleopatra. Intelectualmente brillante y ferozmente ambiciosa, Cleopatra comenzó a gobernar Egipto en su adolescencia, aliándose con grandes líderes para proteger su estatus. Uno de ellos fue Julio César, el carismático líder romano, con quien llegó a tener un hijo, Cesarión.

Pero si algo pasó a la historia fue su apasionado romance con Marco Antonio, el protegido del César. Esto acabaría destruyendo la alianza entre Egipto y Roma, comenzando una guerra que la faraona no pudo ganar. Su feroz inteligencia, su carácter estratega, su trágica muerte y su (probablemente) gran belleza, convierten a Cleopatra en un icono cultural cuya vida ha sido imaginada y reimaginada constantemente a lo largo de la historia.

Una serie muy polémica

No sabemos qué le pasa a la gente con el tema racial en series, películas o documentales. La sirenita suscitó controversia porque Halle Bailey, la protagonista, es negra. Peter Pan & Wendy sufrió el mismo debate tontorrón al elegir a Yara Shahidi, también negra, para el papel de Campanilla. Y ahora sucede lo mismo con La reina Cleopatra, la nueva serie documental de Netflix.

Y todo por elegir a la afroamericana Adele James (Casualty) para interpretar a Cleopatra, decisión que ha molestado tanto a algunos egiptólogos, que la acusan de pseudohistórica, como a propio gobierno egipcio.

Según los registros históricos, argumentan los críticos, Cleopatra era de ascendencia griega macedonia, por lo que su piel sería blanca, basándose para llegar a esta conclusión en los bajorrelieves y estatuas de la reina.

Pero, amigas y amigos, ¿no hablamos, finalmente, de una ficción? ¿No se han dibujado y reflejado en películas y series muchos personajes históricos convirtiéndolos en hombres blancos normativos cuando sus orígenes eran diversos? ¿Qué importancia tiene introducir un poco variedad racial a la hora de recrear viejas historias? En todo caso, aún hay más: la directora de La reina Cleopatra ha hablado al respecto.

Cleopatra no era tan blanca como Elizabeth Taylor

Tina Gharavi (I Am Nasrine), codirectora de La reina Cleopatra junto a Victoria Adeola Thomas, se ha pronunciado sobre esta polémica a través de un escrito que publicó en Variety.

Las críticas feroces se basan en el linaje ptolemaico de Cleopatra, que enmarcarían su raza dentro de los rasgos mediterráneos, algo en lo que no está de acuerdo la directora de origen iraní: “Cleopatra estaba a ocho generaciones de estos ancestros ptolemaicos, lo que hacía que la posibilidad de que fuera blanca fuera poco probable. Después de 300 años, seguramente podemos decir con seguridad que Cleopatra era egipcia. No era más griega o macedonia que Rita Wilson o Jennifer Aniston, que tienen antepasados de Grecia”, afirma en su comunicado.

“¿Era Cleopatra negra? No lo sabemos seguro, pero podemos decir que ciertamente no era tan blanca como Elizabeth Taylor. Necesitamos tener una conversación con nosotros mismos sobre nuestro color y la supremacía blanca internalizada con la que Hollywood nos ha adoctrinado”, añade Gharavi en Variety. Y es que Cleopatra ha sido interpretada en otras ocasiones por actrices blancas como Theda Bara y Monica Bellucci, algo de lo que nadie se ha quejado jamás.

Pero la cineasta va más allá: “La serie de HBO Roma retrató a una de las mujeres más inteligentes, sofisticadas y poderosas del mundo como a una drogadicta sórdida y disipada, pero a Egipto no pareció importarle. ¿Dónde estaba entonces la indignación?”, se pregunta. Y es que parece que ahora importa más cuestionar la raza de Cleopatra que su forma de actuar, señalando así no sólo un problema de racismo, sino también de misoginia.

SARA FLAMENCO