“Te dicen que todos somos iguales. Que ahora solo busco seguir viviendo de la política. La realidad es que yo elijo seguir sirviendo a los españoles. Desde mi independencia. No. No todos somos iguales“.
Si alguien lee este texto, sin ver la foto que lo acompañaba, es posible que eleve a Macarena Olona a la categoría de heroína que parece tener de sí misma.
El objetivo del mensaje es sencillo: dejar claro que ya no cobra de Papá Estado como política, sino que cobra de Papá Estado como abogada del ídem.
Spoiler: Sale mal.
Y sale mal porque junto al texto, Macarena Olona ha adjuntado una foto con la nómina de enero de 2023 y el salario que se ha llevado es de 7.850,94 euros netos. Por poner en contexto, es más de siete veces el recién incrementado Salario Mínimo Interprofesional (1.080 euros), contando con que el SMI es bruto. Es decir, en realidad sería más de 10 veces el SMI.
Obviamente, la avalancha de críticas ha sido tremenda.
Y lo ha sido, entre otros motivos, porque Macarena Olona como diputada de Vox, tal y como ha señalado un tuitero en su respuesta, cobraba 8.407 euros. La diferencia tampoco es demasiada.
Ante el aluvión de réplicas contrarias, la ex diputada de Vox ha lanzado otro tuit, apenas 25 minutos más tarde.
“Publiqué mi última nómina antes de entrar en política. Todas mis retribuciones como diputada. Hoy doy una rendición completa de cuentas a los españoles. La transparencia que merecen. Que merecemos”.
¿Esto significa que no va a volver a política?
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