A sus 43 años, Javier Rey puede presumir de ser uno de los nombres de moda de la industria audiovisual española. Pero no siempre deseó ser actor, ya que este hijo de pescador quería dedicarse al ciclismo o la enfermería, pasiones que abandonó a los 20 años por la interpretación.
Después de trabajar en series como Amar en tiempos revueltos, Rey se embarcó en su primera película de la mano de Rodrigo Sorogoyen: 8 citas.
Pero aunque después trabajó en otras series, como Bandolera o Isabel, sin duda su primer gran éxito llegó en 2014 con Velvet, la serie capitaneada por Paula Echevarría y Miguel Ángel Silvestre donde coincidió con actores consagrados como José Sacristán o Aitana Sánchez Gijón.
Y luego vino una madurez en la que se ha revelado como un fabuloso actor. Con un misterio especial, algo que transmite con su carisma y que se merecería (¡ay!) aún más y mejores proyectos.
Pero prosigamos.
Su ascenso a la cima
A partir de ahí, todo fue de bien a mejor. Con Kiki, el amor se hace, volvió al cine participando en la tercera película como director de Paco León, un éxito que no hizo sino aumentar gracias a la miniserie Lo que escondían sus ojos (donde conoció a su actual pareja, Blanca Suárez).
Pero sin duda, uno de sus mayores éxitos ha sido Fariña, la adaptación de la novela homónima de Nacho Carretero, que le valió varios premios y nominaciones por su papel de Sito Miñanco, protagonista de la historia.
Desde ese momento, ha participado en varias series de éxito, como Hache, donde compartía protagonismo con Adriana Ugarte, o la serie coral Las de la última fila, ambas de Netflix.
Y el cine tampoco se le ha dado mal, trabajando en Sin fin, película que le valió la Biznaga de Plata en el Festival de Málaga; El silencio de la ciudad blanca, adaptación del best seller donde trabajó con Belén Rueda; o La casa del caracol, película en la que trabajó con Paz Vega.
Y es que Javier Rey se atreve con todo, y todavía tiene varias películas pendientes de estreno, como Historias para no contar, de Cesc Gay, o La cima, donde interpreta a un alpinista obsesionado con ascender el Annapurna.
Los pacientes del doctor García, su último trabajo
Por fin acaba de estrenarse uno de las series más esperadas del año, la adaptación del libro de Almudena Grandes, Los pacientes del doctor García. Se trata de la primera adaptación televisiva de una obra de la escritora, que falleció en noviembre de 2021. Sus novelas sí que habían sido llevadas al cine en repetidas ocasiones, como por ejemplo Las edades de Lulú (1990), Malena es un nombre de tango (1996) o Atlas de geografía humana (2007).
Los pacientes del doctor García forma parte de Episodios de una guerra interminable, el proyecto narrativo en el que Grandes estuvo ocupada desde 2010 y hasta su muerte. Se compone de seis novelas que mezclan realidad y ficción y que se centran en momentos decisivos de la resistencia antifranquista en la posguerra.
Javier Rey interpreta al protagonista, el médico Guillermo García Medina, al que encontramos viviendo en el Madrid de posguerra bajo una identidad falsa que le libró de ser fusilado. Esta le fue proporcionada por un republicano exiliado, Manuel Arroyo Benitez (Tamar Novas), que vuelve a su vida y a España en 1946 para infiltrarse en una organización dedicada a ayudar a evadirse a criminales de guerra del nazismo dirigida por Clara Stauffer, una falangista española con raíces alemanas (que existió realmente).
El doctor García entra a formar parte de esta organización, donde conoce a Adrián Gallardo Ortega (Jon Olivares), un exboxeador profesional que se alistó en la División Azul para seguir luchando como voluntario de las SS y participar en la última defensa de Berlín. En el momento de la acción malvive en Alemania e ignora que alguien pretende suplantar su identidad para huir a la Argentina de Perón.
SARA FLAMENCO
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