Sexo, violencia y esteroides. La nueva película de A24, la productora más cool del momento, y protagonizada por Kristen Stewart, una de las divas indies por excelencia, ha revolucionado la Berlinale tras su paso por Sundance.
Love Lies Bleeding, que llegará a las salas españolas en verano, es la segunda película de la cineasta británica Rose Glass, que en 2019 impactó con Saint Maud, una exploración gutural de la fe y la locura que se ha convertido en un nuevo clásico de culto.
Su nueva propuesta no es una historia de amor, aunque la tenga. Tampoco es una comedia, aunque puedas encontrar retazos de humor negro. Más bien podría definirse como un thriller queer explosivo en el que la venganza y el amor loco lleva a las protagonistas a la locura.
Un amor violento
Nos retrotraemos a 1989, y viajamos hasta un pequeño gimnasio de un pueblo americano de mala muerte. Allí, Lou (Kristen Stewart) una empleada de este gimnasio, conoce a Jackie (Katy O’Brian), una culturista con quien inicia un tórrido romance.
Pero la violencia no tarda en estropear el idilio, espoleada por la cantidad de química que la culturista comienza a consumir para que su musculatura se hinche. Como una frenética reacción en cadena, su pasión las empuja hacia la violenta red criminal de la familia de Lou.
Y, mientras van tomando una mala decisión tras otra, las dos mujeres se dan cuenta de que tal vez no vayan a poder empezar una nueva vida en Las Vegas, tal y como habían soñado.
Un reparto estelar
Sin duda, las dos grandes protagonistas del filme son Kristen Stewart, conocida sobre todo por su participación en Crepúsculo, y Katy O’Brian a quien a lo mejor has podido ver en Ant-Man y la Avispa: Quantumania.
El reparto lo completan Ed Harris (Apolo 13, Westworld), Dave Franco (Ahora me ves…, Malditos vecinos) y Jena Malone (Los juegos del hambre, Sucker Punch).
La evolución de Kristen Stewart
Veíamos a Kristen Stewart por primera vez en La habitacion del pánico, con sólo 12 años, compartiendo cartel con Jodie Foster. Pero, aunque siguió trabajando en producciones como Into the Wild o Catch That Kid, la fama mundial le llegó por su papel de Bella Swan en la saga Crepúsculo, papel por el que recibió un Premio BAFTA en 2010.
Este éxito repentino le hizo encasillarse y, después de protagonizar el filme Blancanieves y el cazador (con polémica incluida por su affair con el director) se decantó por cintas independientes. Así protagonizó, entre otros, los dramas Camp X-Ray, Siempre Alice o Viaje a Sils Maria, por el que ganó el Premio César a la mejor actriz de reparto.
Regresó a los grandes taquillazos con la película de acción Los Ángeles de Charlie y la comedia romántica Happiest Season, pero fue su interpretación de la princesa Diana de Gales en el drama biográfico Spencer el que le valió nominaciones al Globo de Oro, al Premio de la Crítica Cinematográfica y al Premio Óscar.