La caída a los abismos de Telecinco

A punto de terminar ya este 2022, podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que la tormenta que llegó a principios de año a Telecinco se ha convertido en tempestad. La cadena generalista vive uno de los peores momentos de su historia y existe la sensación de que el modelo ha dejado de funcionar definitivamente.

Ya en enero, recién comenzado el año, los datos presagiaban el desastre. Nada más brindar por 2022, la cadena de Mediaset sufrió la peor derrota posible ante su archienemigo Antena3… ¡Por primera vez en 13 años era vencida Telecinco en la batalla de la audiencia!

De este modo, Telecinco comenzó el año con una audiencia del 13,1% frente a un 14% de Antena3. Un fiasco en todo regla que, además, se ha ido agravando con el paso de los meses, hasta convertir el 2022 en el año horrible de Mediaset, que durante el Mundial de Qatar (entre TVE con sus partidos y Antena 3 con su exitosa parrilla) ha caído algún día hasta el 10%. Una cifra inaceptable

El panorama habitual en el día a día de la batalla entre Antena 3 y Telecinco consiste en ver a la cadena hasta ahora dirigida por Paolo Vasile a dos, tres, cuatro y hasta cinco puntos de distancia de su competidora, encadenando derrotas de audiencia.

¿Qué está pasando en Telecinco?

Parece que el modelo fundamentado en repetitivos realities y en programas del corazón ya ha empezado a cansar al público de nuestro país. La falta de innovación y un continuo ir y venir de programas similares parece que no gusta. Tampoco la apuesta por el famoseo de medio pelo en vez de aquellas personas anónimas por las que se apostaba años atrás, por ejemplo en Gran Hermano.

La gente, aburrida de ver siempre lo mismo, ha descubierto que dándole al mando a distancia pueden encontrar otras propuestas televisivas que parece que los han encandilado muy por encima del batiburrillo caduco de Telecinco. Y no hablemos con la aparición de las plataformas de streaming… No todo va a ser Pablo Motos.

Telecinco se ha estancado en sus éxitos del pasado y no ha sabido reaccionar a tiempo ante los cambios. Y eso se ha notado con su gran batacazo.

Los grandes fracasos del año

El último y más sonado fracaso que ha salido de Telecinco este año ha sido, sin duda, Para toda la vida, un dating show presentado por Jesús Vázquez y protagonizado por Sheila Martori, que se ha convertido en el peor estreno del año en cuanto a audiencia. Al final, el último intento por reflotar ha provocado que el barco se hunda aún más.

Y es que este programa en el que veinte niños pijos se pelean por el amor de una chica (Sheila) y que pretendía ser el nuevo ¿Quién quiere casarse con mi hijo? o Un príncipe para Corina, ha obtenido, en su primera gala, un mísero 8,7% de share, lo que equivale a 844.000 espectadores. Un programa que ha cambiado los toques de humor e ironía de aquellos otros, transformándolo en una propuesta elitista y aburrida.

Los grandes fiascos del año han sido, además, las grandes propuestas de la cadena para el prime time. Así, por ejemplo, según los datos registrados hasta el comienzo de la nueva temporada en septiembre (el peor en años con solo un 11,5% de share), nos encontramos con un Got Talent que solo llegó al 12,9%; el reality Pesadilla en el paraíso, arrancó con un 13,5% y no ha dejado de caer; y la super apuesta morbosa del año En el nombre de Rocío solo consiguió un 11,8% en su arranque.

Nombres a los que hay que sumar otros tantos que no podemos olvidar: Secret Story, Idol Kids, Mi casa es la tuya, Montealto… Soberano desastre.

Y a esos datos más que cuestionables, hay que sumar, además, la gran pérdida de espectadores en programas de referencia de la cadena como son Sálvame Deluxe y Déjate querer. Y el golpe que supuso la baja de Ana Rosa Quintana de las mañanas a causa del cáncer del que ya se ha recuperado.

Sálvame, en horas bajas

Es quizás la gran noticia del año para explicar sus resultados y, a la vez, la peor noticia. Sálvame perdió el control de su barco hace meses. Primero fue en su enfrentamiento con Tierra amarga, de Antena3, y después por el estreno (terrible también con un share por debajo del 10%) de Pasión de Gavilanes.

Problemas a los que se ha sumado el acceso al programa a través de Sálvame Sandía, completamente vapuleado por la antes amiga Pasapalabra en Antena3.

Y la tormenta toco de lleno a importantes personalidades del programa. David Valldeperas y Alberto Díaz fueron apartados de la dirección del programa pero volvieron después de unas semanas. Y la presentadora, Carlota Corredera, también vio como la mandaba para casa nada menos que seis meses.

Una voz bastante autorizada como es la de Jorge Javier Vázquez, también entró al lío, criticando que, con él “se ha entrada en una especie de dejadez” y apuntaba que “hay veces que parece un tanatorio”. Se hablo de que se podía ir, pero aquello ha quedado en ruido de fondo.

“Hay colaboradores que hay que tirar de ellos porque no hablan nada durante el programa. Aquí hay que estar vivo y hay que mojarse continuamente aunque el tema no vaya contigo”, decía Jorge Javier en unas palabras de las que se hizo eco el propio programa.

Importantes fugas

Dos importantes nombres también se han ido de Telecinco. El primero de ellos directamente relacionado con Sálvame: el de Paz Padilla. La despidieron del programa tras una discusión con Belén Esteban y la cómica y presentadora ha acabado llevando a Mediaset a los tribunales. Y, por cierto, la sentencia habla de que deberán readmitirla. No sabemos dónde lo hará… o si lo hará.

El otro nombre propio el de Sonsoles Ónega. El 11 de julio se reunió con Paolo Vasile para anunciarse que se marchaba y no a cualquier sitio, sino a Antena3, donde se ha convertido en la presentadora del programa de las tardes en la cadena de Atresmedia.

Aquella decisión de Ónega trajo además tras de sí importantes cambios como fueron la reubicación de Joaquín Prat para presentar Ya es mediodía y la de Ana Terradillos en Cuatro al día.

La marcha de Paolo Vasile

Otro de los grandes momentos (negativos) del año para Telecinco fue el abandono de Paolo Vasile del cargo de director en Mediaset España, algo que se materializará este 31 de diciembre después de 24 años al frente.

La primera piedra en el camino, después de años y años de éxitos y liderazgo, fue el hecho de perder el programa Pasapalabra en favor de Antena3, un tremendo varapalo para la cadena que hizo que Vasile perdiera influencia y que muchos espectadores emigraran. Los cambios a raíz de la pandemia en la forma de consumir televisión también puede que haya influido en su decisión, visto que no han sabido subirse a este nuevo tren.

Además, la estrategia a nivel europeo de Silvio Berlusconi y esa grave crisis de audiencias que atraviesan sus canales de televisión han acelerado su salida del grupo y el grupo lo ha notado.

De momento ya le han buscado sustitutos para “garantizar una “transición ordenada”, según las propias palabras de la dirección. Se trata de Alessandro Salem y Massimo Musolino como consejeros delegados y Borja Prado como presidente de la sociedad. Y llegan en un momento en el que aquella que Belén Esteban bautizó como la “cadena triste” es la que se ríe. Ardua tarea tienen por delante…

ANTONIO SÁNCHEZ

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