Macarena Olona, los dineros de Vox y una confesión en voz bajita

Ya no existe la Macarena Olona que pintaba Coletas Rata en Twitter orgullosamente y se hacía fotos al lado de la eifigie vandalizada de Largo Caballero. Ahora es una mujer nueva, de verbo pausado y ojos místicos. Y así, en voz bajita, habló a Jordi Évole. ¿Qué dijo (de nuevo) Macarena Olona a Évole? Casi nada. Insinuaciones y algunas obviedades (que en Vox hay nazis, fíjate) y cosas de persona que se siente perseguida.

Titulan por ahí que apuntó a Santi Abasca como líder con “muchas limitaciones” y dominado por una trama oscura que sitúa fuera de Vox.

También dejó caer Macarena Olona que los dineros de Vox no se gestionan pulcramente sino todo lo contrario, y confirma lo que ya publicó este fin de semana el diario El País, que se derivan millones de euros a Disenso (fundación cultural de la órbita ultra) vaya usted a saber por qué. ¿Acabarán esos millones en los bolsillos de algún espabilado? Vete a saber.

El caso es que televisivamente Lo de Évole funcionó y Macarena Olona concitó el interés de la gente y el dato de audiencia fue bueno. Véase.

A quien no le gustó fue a Javier Negre, vaya por Dios.

En política nunca se puede dar por fenecido nadie y quizá Macarena Olona pueda resucitar y poner en pie su proyecto pero da la impresión de que estos son los estertores de quien fuera icono ultraderechista. Roma no paga a traidores y Espinosa de los Monteros ya advirtió (“la vidas es larga”). En Vox lo de la controversia interna resuelta con palabras no se estila. Para qué vamos a hablar si podemos solucionarlo a hostias sería el resumen.

En fin.

Veremos.

De momento, al menos, Macarena Olona ha aprendido a hablar con un tono suave frente a los alaridos de antaño desde la tribuna del Congreso.