Postales de veranos pretéritos / Recordando a Jaime de Mora

Fue Jaime de Mora y Aragón el aristócrata preferido del Un, dos, tres y las comedias del landismo. Y un impenitente veraneante de Marbella. Parecía dibujado por Mingote y había nacido en el mismísimo palacio de Zurbano, en el Madrid de 1925, pero siempre estaba sin un níquel en el bolsillo. De ahí que hiciese películas y acudiera a donde se le llamase si había pecunio de por medio.

En la imagen posa Jaime de Mora para la posteridad con su esposa, la condesa Margarita. Don Jaime, que manejaba el monóculo como nadie, tenía una hermana reina. Fabiola de Bélgica para ser exactos.

Cómo pasa el tiempo.

Para las niñas y niños de la E.G.B. era Jaime de Mora y Aragón un icono irrepetible, caricatura que salía mucho por la tele y ejercía la continua autoparodia.

Un hombre inteligente que decidió abrazar la dicha y religión del juerguismo, con lo cual tuvo que trabajar muchísimo para no trabajar.

Fue cónsul honorario de Zaire, salió en Pepito Piscinas, era amigo de Gunilla von Bismarck, no tuvo hijos, falleció en Marbella a causa de un infarto allá por 1995.

Tiene estatua en Marbella.

El clavel reventón en la solapa era una de sus señas de identidad.

De nuevo, como en caso de Gunilla y su álbum de fotos, Jaime de Mora y Aragón perteneció a un tiempo de fama mucho más pacífica, cuando la celebridad no te obligaba la humillación. No hacía falta ir a Supervivientes y en Tómbola, con suerte, podías salir vivo.

Jaime de Mora tenía su base de operaciones en Marbella, donde cobró del ayuntamiento como promotor turístico, jefe de protocolo y lo que surgiese. Previamente había probado suerte en Torremolinos, pero el oropel marbellí ganó la partida.

Lógicamente, tiene estatua marbellí que honra su memoria.

Jaime de Mora y Aragón. Un personaje a quien millennials y generación Z desconocen y no saben lo que se pierden.

DANIEL SERRANO