Tragedia y misterio en la muerte de Sinéad O’Connor

Sinéad O’Connor ha muerto a los 56 años. La artista irlandesa, que alcanzó fama internacional en 1990 con su versión del tema Nothing Compares 2 U, llevaba años batallando con problemas de salud mental, agravados por las múltiples tragedias que asolaron su vida.

Fue madre de cuatro hijos, unos de los cuales, Shane, se suicidó en 2022 a los 17 años, después de estar desaparecido durante varios días.

De hecho, Sinéad O’Connor publicaba hace poco tiempo un desgarrador vídeo en el que comentaba: “¿Por qué estamos solos? Las personas que sufren enfermedades mentales son las más vulnerables de la Tierra. Hay que cuidarnos. No somos como todo el mundo”, posteó, inquietando a sus seguidores.

Con todos estos antecedentes, la muerte de la cantante a la temprana edad de 56 años ha abierto el camino de las especulaciones. Pero, tal y como recogía Daily Mail, la causa de su muerte es (por el momento) un misterio. La única información es que se la encontró sin vida en su domicilio. Nada más.

Se pone así punto final a una trayectoria que comenzó en lo más alto musicalmente y, en seguida, derivó hacia la controversia.

La foto del Papa

El 3 de octubre de 1992 empezaba todo. Durante el programa Saturday Night Live, donde O’Connor acudía como estrella musical invitada, la irlandesa decidía cantar a capella la canción War, de Bob Marley, cambiando la letra para hablar sobre los abusos sexuales de sacerdotes de la Iglesia católica. Luego, cogió una foto del papa Juan Pablo II y la rompió mirando a cámara y pronunciando la frase “lucha contra el verdadero enemigo”.

Las quejas se multiplicaron y Sinead fue abucheada numerosas veces cuando subía al escenario. También hubo numerosas quemas y destrucciones públicas de sus discos, así como muchas estaciones de radio que se negaron a transmitir sus canciones.

Abucheos

Dos semanas después del incidente en Saturday Night Live, el 16 de octubre de 1992, Sinead O’Connor participó en el The 30th Anniversary Concert Celebration, como tributo a Bob Dylan, en el Madison Square Garden, donde se supone que cantaría I believe in you. El público la abucheó durante varios minutos, lo que provocó que no pudiese cantar la canción programada.

O’Connor pidió a los músicos que se detuvieran y que subieran el volumen del micrófono y, en lugar de cantar, se puso a gritar su versión de War cortando la canción justo después de cuando ésta habla sobre el abuso a menores, para enfatizar lo que quiso dar a entender en la anterior presentación.

Problemas de salud mental

Desde una edad muy temprana sufrió problemas mentales heredados de su madre. Su cuadro depresivo se agravó con los abusos sexuales que sufrió de niña, experimentando la ira de una madre también enferma y la angustia de un siniestro internado religioso al que accedió a los 13 años. En 2003 anunciaba que padecía un trastorno bipolar, viviendo episodios depresivos marcados por los intentos de suicidio.

Todo esto se agravó por sus problemas de adicción a las drogas, que le llevaron a ser internada en diversos centros de rehabilitación y perder relación con su familia. Parecía resurgir de sus cenizas una y otra vez pero el suicidio de su hijo Shane volvió a hacerla descender a los infiernos.

Todo esto se agravó por sus problemas de adicción a las drogas, que le llevaron a ser internada en diversos centros de rehabilitación y perder relación con su familia. Parecía resurgir de sus cenizas una y otra vez pero el suicidio de su hijo Shane volvió a hacerla descender a los infiernos.

El suicidio de su hijo

La cantante tuvo cuatro hijos: Jake Reynolds, con su primer esposo; Róisín Waters, con John Waters; Shane, hijo de Dónal Lunny; y Yeshua Francis Neil, hijo de su expareja Frank Bonadio. Sin embargo, debido a sus problemas de salud mental, perdió su custodia.

Así fue como llegó uno de los peores momentos de su vida, el suicidio de su hijo Shane hace 18 meses. El chico de 17 años se encontraba internado en un hospital por riesgo de suicidio, del que escapó estando desaparecido dos días. Fue en ese momento cuando encontraron su cuerpo sin vida.

“Mi hermoso hijo, Nevi’im Nesta Ali Shane O’Connor, la luz misma de mi vida, decidió terminar su lucha terrenal hoy y ahora está con Dios. Que descanse en paz y que nadie siga su ejemplo. Mi bebé. Te amo tanto”, escribió la cantante en sus redes sociales.