Emily Ratajkowski, tras su visita al Festival de Venecia, regresó a Nueva York para asistir al desfile de Proenza y nos regaló un look muy para otoños no especialmente rigurosos en lo climatológico. O sea, que bajan las temperaturas pero no tanto.
Y es que el otoño es la estación más versátil estilísticamente hablando. Una clima que acepta, tanto las botas, como los tirantes y en cuanto a tejidos, acoge tanto la piel (sintética, por favor), como el punto.
Y eso es lo que ha hecho Emrata en su último look elegido para pasear por las calles de Nueva York. Una mezcolanza de estilos que convergen todos en una sola palabra que parece resumirlo todo: Otoño.
El look de Emmily tiene una clara protagonista: la falda. No se trata de una pieza demasiado fácil de combinar pero como siempre, la actriz y modelo lo ha hecho con maestría. Como veis, se trata de una falda midi con vuelo que se ajusta en la zona del abdomen para marcar el vientre plano de Em. Pero a partir de la zona de las caderas se abre ostensiblemente gracias a la apertura central que deja ver sus piernas interminables.
¿Y qué ocurre con esas piernas? Que en esta ocasión están enfundadas en unas botas mosqueteras de color blanco, una forma arriesgada de combinar esta falda que, a pesar de todo triunfa.
Y con un tren inferior tan potente, tocaba ser conservadora en el superior. Y así lo ha hecho Emily. Empecemos hablando de su beauty look. La actriz ha optado por un makeup de lo más natural, enfatizando sólo un poco los labios, a los que le ha aportado cierto volumen con ayuda del delineador y un gloss que proporcione jugosidad al conjunto. Por lo demás, un poco de rimmel en los ojos y unas cejas perfectamente delineadas para marcar la naturalidad del rostro.
Como veis, no ha querido desviar la atención de la falda con un peinado ostentoso o unas joyas demasiado visibles. Para la ocasión, ha optado por el pelo liso y suelto (aunque una ponytail le hubiese sentado fenomenal) y unos pendientes planteados lisos y poco llamativos.
En cuanto a la parte de arriba, Emily ha escogido un cropped top (cómo no) en color negro, con cuello cisne y sisa pronunciada. A pesar de ser una versión cropped, la altura del tiro de la falda no dejaba ver su abdomen, pero se intuía mínimamente en la parte delantera.
El fail del conjunto ha sido, sin duda, el bolso. Pequeño y básico, sí, pero de un color rojo muy poco afortunado para el resto del conjunto. En esta ocasión, no tocaba desviar la atención de la falda con un color tan llamativo, lo sentimos Em.