La fama nunca fue para ella. Silke fue la musa más underground del cine español de los años 90. Protagonista de Tierra y Hola, ¿estás sola? dos películas muy significativas de la década, terminó dejando la industria y mudándose a Ibiza para vender artesanía en un mercado de la ciudad. Y es que ella nunca quiso ser famosa. Recordemos su fulgurante carrera.
Una vida normal
Nacida el 6 de febrero de 1974 Silke Hornillos Klein es hija de un abogado y una traductora alemana. Su infancia y adolescencia fue como la de cualquier chavala de su edad en el Madrid de los 80 hasta que a los 18 años consiguió de casualidad un pequeño papel en una película de Manuel Iborra, Orquesta Club Virginia.
Trabajó poniendo piercings
Silke dejó los estudios pero no se pateó todos los castings de la capital en busca de su sueño, sino que comenzó a trabajar en un taller de piercing en Malasaña junto a una amiga. Eso sí, asistió a unos cursos de interpretación de William Layton.
Julio Medem fue su mentor
En esa tienda de piercing la descubrió Julio Medem, que quiso contar con ella para protagonizar su tercera película, Tierra, filme por el que fue nominada al Goya como mejor actriz relevación. Eso sí, aunque fue la primera película que rodó, no fue la primera en ser estrenada…
El éxito de la mano de Icíar Bollaín
La primera película que se estrenó con Silke al frente fue Hola, ¿estás sola?, el debut como directora de Icíar Bollaín. Esta road movie española en la que compartía protagonismo con Candela Peña fue un boom inmediato y pintó su nombre en letras doradas en la historia del cine español.
Mito erótico de los 90
Después del estreno de Hola, ¿estás sola? pero antes de que se estrenase Tierra, un reportaje de El País con fotos sugerentes de Silke la convirtió, muy a su pesar, en un mito erótico de los 90. Todo iba sumando y Silke cada vez se iba agobiando más.
Lo dejó todo
Su tercer papel fue en la película Tengo una Casa, de Mónica Laguna. Se metió en tres personajes en seis meses, lo que terminó agotándola. De ahí que decidiera marcharse tres meses a la India y a Nepal.
Trabajando fuera de España
No sólo desarrolló su trabajo en nuestro país, sino que también trabajó en Argentina (Diario para un cuento, Felicidades, Tre Mogli), Francia (Sansa) y Méjico (Al otro lado).
El final de su carrera
Silke pretendió tomarse las cosas con calma, pero continuó participando en filmes en nuestro país, como ¿Tú qué harías por amor?, Kilómetro cero, Almejas y mejillones, Tuno negro, Cámara oscura, Iris y La hora fría.
Una nueva vida
Después de La hora fría, nada más se supo de Silke hasta que el diario El País la localizó diez años después del estreno de su última película en Ibiza, vendiendo sus piezas de joyería artesanas en Las Dalias, el mercado más famoso de la ciudad.
Adiós al cine
Actualmente Silke está casada, tiene una hija llamada Samba y sólo ha trabajado en el cine en dos producciones muy pequeñas, sin fecha de estreno ni ningún tipo de distribución: Bluu, los últimos días de Ibiza y 4 altares.