Arriba, en la imagen, Grace Jones durante una jornada en la nieve, puro pop colorido de la década de los 80. Chaqueta y pantalones de piel y botas de pelo para pasar un día a la intemperie sin pasar frío.
Aquellos bronceados en la nieve (cuando no éramos conscientes de los peligros del sol)
Los monos son una de las prendas más incómodas que existen, pero si vas a ir a la nieve, se trata de una de las más útiles. ¿Por qué? Porque es muy difícil que te entre un copo por la cinturilla del pantalón. En la imagen, la modelo combina su mono con un cinturón rojo de cuero que no es lo mejor para esquiar, pero sí para posar para la cámara como si la nieve estuviera calentita.
Los locos 60’s
Hay personas que no pierden el glamour ni siquiera en los días más desapacibles. No, estas modelos no llevan la ropa adecuada para practicar ningún tipo de deporte de invierno, que no te engañen sus cascos (monísimos, por cierto).
Esas botas son para caminar (por la nieve)
Esta foto es de 1971, pero bien podría tratarse del invierno pasado. Como sabes, en la moda y en la economía todo vuelve, y esas botas de pelo quedarían fenomenal en el armario de María Pombo.
Blanco sobre blanco
No hay nada más bucólico que pasear por la nieve vestida íntegramente de blanco. Eso sí, no osaríamos recomendar una minifalda como la modelo de la imagen.
Cowgirl en la nieve
Lo mejor para cabalgar por la nieve es calzarte un sombrero de cowboy como hizo la actriz Charlotte Rampling en 1970 para Vogue.
Naturaleza y moda
¿Americana y falda larga de ante para ir a la nieve? Para Vogue, es posible. Lo que ya no entendemos es cómo la modelo Karen Elson iba a conseguir montar a caballo de esa guisa…
Postal de 1999
Esta falda es mucho más cómoda que la anterior, pero sigue sin ser un atuendo recomendable para pasar el día en la nieve. De todos modos, ese abrigo acolchado y el sombrero de pelo cumplen su función, seguro.
Horizonte blanco
El color rojo del abrigo largo de la modelo contrasta con el paisaje nevado de las montañas.
Flúor para esquiar
Decathlon lo tiene claro: los colores para hacer deporte tienen que ser llamativos. Por eso no llama la atención este mono para esquiar amarillo fluorescente.
Diana en la nieve
Y para acabar una tierna estampa de Diana de Gales junto a sus hijos, Guillermo y Harry, allá por 1991.