La Semana de la Moda de Nueva York está en marcha pero, en vez de centrar nuestra mirada en las pasarelas (donde, de momento, tampoco ha habido grandes emociones), echamos un vistazo a la calle.
¿Qué sucede, estilísticamente hablando, en la capital cultural del Imperio ahora gobernado por Donald Trump?
Difícil de descifrar lo visto.
¿Algunas claves? Moderación incluso en la estridencia, como si la moda se hubiese detenido en territorio de nadie, esperando un nuevo ciclo.
Conservadurismo, quizás.
Son los tiempos que tocan.
Pero veamos.
Red I
Un vestido que anticipa la primavera que apunta a una vuelta de esas faldas cortas tan 80’s y, sobre todo, el color rojo, que hemos visto en varias propuestas.
Red II
Rojo (quizá con un matiz burdeos) y el pelo absolutamente artificial y una especie de lentejuelas o plumas. El estilo entendido como una declaración festiva.
Chaquetas que nunca pasan de moda
Esa chaqueta de piel es un clásico sin fecha de caducidad. Hay prendas que son bonitas, sin más, y que podemos mantener en nuestro armario sin temor a equivocarnos.
Azul
Un conjunto de Bronx and Banco que reivindica también, claro, la fiesta. Pluma, un toque ligeramente 80’s y (admitámoslo) cierta sensación de déjà vu.
Trench en piel: back to the 70’s
He aquí un trench al tiempo elegante y de reminiscencias blaxploitation. El eterno retorno de ciertas piezas resulta absolutamente obvio. Bien.
Nada nuevo bajo el sol
Y he aquí otra instantánea desde la New York Fashion Week y, de nuevo, la sensación de que esto ya lo hemos visto. Conclusión: vivimos días convulsos, confusos, de transición hacia alguna parte pero (y de ahí la zozobra) no sabemos exactamente hacia donde nos dirigimos. La moda, mientras tanto, trata de sobrevivir al margen de los acontecimientos. En un no lugar. Carpe Diem. Esa es la clave.
