Nos encontramos en la era de los nepo babys. Aunque es cierto que no es un término nuevo (no hay más que recordar a Michael Douglas o Kate Hudson), intérpretes de moda como Margaret Qualley o Maya Hawke están muy presentes en la industria.
Uno de esos nepo babys, aunque su madre no esté muy de acuerdo con esto, es Jack Quaid, conocido por su papel en The Boys, sí, pero también por ser el hijo de Meg Ryan y Dennis Quaid. Veamos cuál ha sido su trayectoria.
Padres famosos
Jack Quaid nació en Los Ángeles en 1992 y, como hemos dicho, es el hijo de los actores Meg Ryan y Dennis Quaid. Nació justo un año después de que sus padres se casaran y debe su nombre a Jack Nicholson, actor que influyó mucho en su padre en sus primeros años de carrera.
Actor de formación
Jack fue al colegio en Santa Mónica, al mismo centro donde estudiaron otros intérpretes como Gwyneth Paltrow o Kate Hudson. Pero cuando tuvo clara su vocación se mudó a Nueva York para estudiar en la prestigiosa New York University Tisch School of the Arts, donde se formaron otras grandes figuras del cine como Spike Lee, Angelina Jolie, Joel Coen o Philip Seymour Hoffman.
Quiso triunfar por sí mismo
Dennis Quaid trató de ayudar a su hijo cuando le comunicó que quería ser actor pero, según ha contado en una entrevista, Jack rechazó su ayuda. “Y ahora yo soy el que le podría decir: ‘Hey, ¿por qué no me echas una mano a mí?'”, contó orgulloso su padre en una entrevista a People.
Unos comienzos muy modestos
Comenzó su carrera en la interpretación desde abajo, con el cortometraje Sitting Babys que se estrenó en 2011.
Llega el éxito
Antes de graduarse, fue elegido para interpretar a Marvel en la primera entrega de la saga Los juegos del hambre. Su personaje no tiene un largo recorrido, pero su gran interpretación le hicieron convertirse en uno de los más odiados.
Se atreve con el cine independiente
Quaid no quería hacer carrera solo en el cine comercial y justo después encadenó varios proyectos independientes, como Roadies, que puso en marcha mediante crowdfunding junto a Eve Hewson, la hija del cantante Bono; Just 45 Minutes from Broadway o Just Before I Go, en la que estuvo a las órdenes de Courteney Cox.
Actor de doblaje
También ha prestado su voz a varios proyectos, como la saga de videojuegos Sombras de Mordor. Pero también ha participado en varias películas de animación, como Batman: El largo Halloween, Spider-Man: Cruzando el Multiverso y My Adventures with Superman, donde pone voz a Clark Kent.
Llega a la televisión
Su primera incursión en la televisión fue en la serie de HBO Vinyl, sobre la escena musical neoyorquina de los 70. No fue un proyecto de gran éxito, pero tuvo su importancia, ya que fue abanderada por Mick Jagger y Martin Scorsese.
El éxito de ‘The Boys’
Su papel más exitoso hasta el momento ha sido el de Hughie Campbell en la serie de televisión The Boys, basada en el cómic homónimo. Fue el propio creador de la serie, Eric Kripke, el que quiso reclutar a Jack después de verle en el piloto de Sea Oak, otra serie de Amazon Prime Video que nunca llegó a emitirse y en la que compartía pantalla con Glenn Close.
Se le acaba el chollo
Acaba de estrenarse la cuarta temporada de The Boys, pero su filón se le acaba, ya que han anunciado que la quinta será la última temporada de la serie.
Continúa trabajando
Ha seguido tomando parte en otros taquillazos cinematográficos como el revival de Scream y Oppenheimer, donde encarnó al físico Richard Feynman.
Su último proyecto
Su último trabajo ha sido el filme Novocaine, de Dan Berk y Robert Olsen. En el filme interpreta a Nathan Caine un personaje introvertido con un raro trastorno, la Insensibilidad congénita al dolor, que debe rescatar a su novia que ha sido tomada como rehén en un robo a un banco.
Vida personal
Actualmente sale con la actriz australiana Claudia Doumit, compañera de reparto en The Boys. Pero no es la primera actriz con quien mantiene una relación, ya que antes fue pareja de Lizzy McGroder. Eso sí, a Jack no le gusta hablar de su vida privada, quizá bien aconsejado por sus padres, que tuvieron que vivir en sus carnes la obsesión de la prensa por su relación.