La noche de Nueva York se vistió (en el Metropolitan Museum) de fantasía afroamericana. La gala, dirigida por la mítica Anna Wintour, se titulaba Superfine: tayloring black style y pretendía explorar la moda popular con tendencia al dandismo que durante algunos periodos históricos brilló entre la comunidad negra estadounidense.
Y, así, Zendaya exhibió un ademán blaxploitiation un poco al estilo de Las noches rojas del Harlem y Colman Domingo y Lewis Hamilton ejercieron de monarcas con piel de armiño muy cerca de la diablesa en jefe que, en esta ocasión, no vistió de Prada.
Naturalmente, tampoco faltó el barroquismo tan habitual en toda gala MET aunque, en esta ocasión, los looks (en su mayoría) fueron menos teatrales, más discretos incluso.
Véase a Rosalía, en sencillo vestido ceñido de color blanco.
Y en cuanto a invitados e invitadas, el habitual plantel de estrellas de Hollywood, astros del pop y celebridades de toda clase y condición. Es decir, de Madonna a Demi Moore pasando por Kim Kardashian, Shakira o la atleta Simon Biles (en la imagen inferior).
La moda vuelve a celebrar sus ensoñaciones, con larguísimas colas en los vestidos femeninos y colores de cuento de hadas.
Y el mundo, mientras tanto, siguió girando en su enloquecida canción de guerra y barbarie aunque (también) con ese minuto de divertimento en Nueva York, en las escalinatas del MET.