Inició su carrera como modelo de publicidad hasta que, tras participar en un par de videoclips, dio el salto a las teleseries. Primero con SMS (Sin miedo a soñar), después con apariciones esporádicas en Los hombres de Paco y finalmente en la serie que supuso su consagración: Sin tetas no hay paraíso. Serie en la cual, según se dijo, Amaia Salamanca tuvo algún escarceo sentimental con el protagonista: Miguel Ángel Silvestre.
La popularidad que le dio la serie hizo que fuese fichada para la comedia Fuga de cerebros, que en 2009 se convirtió en una de las películas más vistas del año. Más tarde Amaia abandonaría Sin tetas no hay paraíso, probaría suerte con el teatro y, posteriormente, volvería a la televisión con la miniserie Felipe y Letizia y, más recientemente, con Gran reserva y Gran Hotel.
Novios y relaciones sentimentales efímeras se le han atribuido en abundancia a Amaia Salamanca. Al mencionado Miguel Ángel Silvestre habría que sumar Mario Casas, Sergio Ramos, el cantante de Pignoise Álvaro Benito, Iker Casillas, Daniel Guzmán, Guti y Gonzalo Miró, entre otros. La rubia de Coslada, está claro, tiene (como tantas) predilección por los futbolistas.
Pero lo cierto es que hoy por hoy el corazón de Amaia Salamanca está ocupado por Rosauro Varo, un empresario sevillano con el que mantiene una relación desde el verano de 2010. Como es habitual surgieron rumores de boda y se habló de que sería en Sevilla, ya que Rosauro siempre ha asegurado que allí será donde contraiga matrimonio. Boda no hubo pero dada la solidez de la pareja no resultaría extraño que, una día u otro, la hubiera. Sobre todo, teniendo en cuenta que la pareja dio la bienvenida a su primera hija, Olivia, en la primavera de 2014.
Mientras tanto, Amaia Salamanca continúa con su carrera como actriz. Lo último, su participación en la serie Velvet y un papelito en la comedia argentina ¡Atraco! También se la pudo ver apoyando la fallida candidatura de Madrid 2020 en la reunión del COI en Buenos Aires.
Fotos Gtres