En la pila bautismal del palacio de la Zarzuela le pusieron el sonoro nombre de Cristina Federica Victoria Antonia de la Santísima Trinidad de Borbón y Grecia. Su padrino fue Alfonso de Borbón y Cádiz, duque de Dampierre, que murió decapitado en 1989 mientras esquiaba en Aspen, Colorado.
La infanta Cristina es la mediana de los tres hijos de don Juan Carlos y doña Sofía. Estudió Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid, licenciándose en 1989. En 1990 realizó un máster de Relaciones Internacionales y en 1991 estuvo trabajando en prácticas en la sede de la Unesco en París.
A principios de 1997 se sabe que la infanta Cristina tiene un novio con el que la cosa va en serio: un jugador del equipo nacional de balonmano. Se trata de Iñaki Urdangarín, quien se convierte en esposo de la infanta Cristina en octubre de ese mismo año de 1997.1.500 invitados acuden al enlace que se celebra en la catedral de Santa Eulalia de Barcelona.
El rey concede a los recién casados el ducado de Palma de Mallorca. Frente a las presuntas extravagancias del marido de la infanda Elena, Jaime de Marichalar (muy criticado en aquellos días por algunos sectores), Iñaki Urdangarín aparece como un buen chico, formal y serio. No viene de una familia perteneciente a la aristocracia pero sí de un entorno pequeñoburgués del País Vasco suficientemente estable.
El matrimonio se apresura a tener descendencia. En total, cuatro hijos: Juan Valentín, nacido en 1999; Pablo Nicolás, en 2000; Miguel, en 2002 e Irene, en 2005.
Mientras, la infanta Elena continúa con su carrera profesional en La Caixa. Se la contrata en 1988 como organizadora de exposiciones y, posteriormente, se incorpora al Departamento de Cooperación Internacional para el Tercer Mundo en la Fundación de esta entidad bancaria.
Todo parece ir bien y los duques de Palma fijan su residencia en Barcelona. Compran un palacete en Pedralbes en 2004 por seis millones de euros.
Pero a partir de 2009 el destino de la infanta Cristina se tuerce a causa de las supuestas actividades fraudulentas de su esposo. Ante los insistentes rumores de que Iñaki Urdangarín ha utilizado su pertenencia a la casa real para enriquecerse, la pareja se marcha de España y viven durante un tiempo en Washington D.C.
Pasan tres años en Estados Unidos. En 2011 el juez Castro, que investiga el caso Palma Arena (un caso de corrupción que afecta al gobierno balear durante la presidencia de Jaume Matas), imputa a Iñaki Urdangarín. Estalla el caso Nóos. La fiscalía acusa a Iñaki Urdangarín de haberse valido de su posición para cobrar enormes cantidades de dinero a través del Instituto Noos, que elaboraba falsos informes para diferentes administraciones públicas.
La infanta Cristina permanece en todo momento al lado de su marido, le apoya y se deja ver con él en público. Ella misma pertenece al patronato del Instituto Nóos pero la fiscalía desestima su imputación ya que considera que no participa de modo directo en la gestión de dicho instituto. No obstante, la polémica se desata y hay quien señala que no es creíble que la infanta Cristina desconociera las actividades de su marido.
Se da la circunstancia de que, incluso, Isabel Pantoja pone como ejemplo el caso de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín para defender su inocencia dentro del caso Malaya (en el que se acusa a la tonadillera de haber participado en las actividades ilícitas de Julián Muñoz cuando este era alcalde de Marbella y pareja de Isabel). La infanta Cristina, que había sido ejemplo de discreción, siempre ocupada en su trabajo y su familia, se halla repentinamente en el ojo del huracán.
También se pone en tela de juicio la compra del palacete de Pedralbes. Su coste fue de seis millones de euros mas otros 600.000 de reformas. La parcela es de 2.155 metros cuadrados.
La infanta Cristina tiene que soportar, además, una campaña que Diego Torres (socio de Iñaki Urgangarín en el Instituto Noos e imputado con él) pone en marcha revelando correos electrónicos con todo tipo de contenidos. Lo peor son los correos electrónicos acerca de la vida privada de la pareja. Iñaki Urdangarín trata de frenar su difusión acudiendo a los tribunales pero no lo consigue. Finalmente se desvelan correos que Iñaki Urdangarín dirige a una amante, una antigua novia y actual pareja de uno de sus antiguos compañeros del equipo de balonmano. La infidelidad queda al descubierto.
Es 2013 y la pareja anuncia que hará vidas separadas. Ella parte rumbo a Suiza con sus hijos, él se quedará en Barcelona. Algunos ven en esta operación el primer paso para un divorcio que, según algunas fuentes, el rey Juan Carlos lleva exigiendo desde hace tiempo. Sin embargo, el verano de 2013 aparecen fotos en las que se puede ver al matrimonio y sus hijos pasando unas vacaciones de apariencia feliz en Bidart. Posteriormente se les ha visto en actos sociales juntos. Y la familia Urdangarin vive reunida en Ginebra.
La infanta Cristina ha apostado por seguir apoyando a su marido, por no romper el matrimonio y por llegar hasta el final con Iñaki Urdangarín.
Lo cual le ha costado, incluso, enfrentarse con la familia real al completo.
A raiz de sus problemas judiciales y después de ser despojado el matrimonio Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarín del ducado de Palma por decisión real, Felipe VI pide a su hermana que renuncie a sus derechos dinásticos. Cristina de Borbón se niega y la relación entre ambos hermanos se rompe.
La infanta Cristina tuvo que sentarse en enero de 2016 en el banquillo de los acusados. Aguanto la larguísima sesión inaugural del juicio sin mover un solo músculo de la cara, con el mismo gesto serio todo el tiempo.
El 29 de enero de 2016 se confirmó que la infanta de Cristina tenía que sentarse en el banquillo de los acusados por delitos fiscales. La Audiencia Provincial de Palma rechazó un recurso de sus abogados apoyado en la llamada doctrina Botín.
Un año después, el 17 de febrero de 2017, Iñaki Urdangarin es condenado a 6 años y 3 meses de prisión y una multa de 513.553,18 euros. Se le acusa de un total de cinco delitos entre los que se encuentra prevaricación y tráfico de influencias. Tras el recurso presentado por el marido de la Infanta la condena quedó rebajada a un total de 5 años y 10 meses.
Urdangarin entró en la prisión de Brieva el 18 de junio de 2018. Su ingreso fue retransmitido en directo por todos los medios de comunicación.
La infanta y sus hijos, sin Iñaki Urdangarin, volvieron a aparecer junto a la familia real en la foto oficial publicada con motivo del 80 cumpleaños de la reina emérita. Desde 2011 no se veía posar juntos al actual rey y a sus dos hermanas. Esto levantó las sospechas de un posible acercamiento por parte de la infanta y su hermano, el rey Felipe VI .
Pocos días después, y cuando solo habían pasado cinco meses de la entrada en prisión de Iñaki Urdangarin, los rumores de divorcio saltan a la prensa. La revista Lecturas, según informaciones concedidas por la periodista Pilar Eyre, anuncia que la infanta “ya ha visitado un abogado especializado en esta materia”. Todavía no existe confirmación por parte de la Casa Real.
Fotos: Gtres
