Miembro de la orgullosa clase obrera británica, David Beckham ha logrado, sin embargo, convertirse en un icono del buen gusto. Su natural elegancia y su innegable atractivo atrajeron muy pronto a las marcas, que hicieron de él algo más que un futbolista talentoso.
Ted, su padre, instalaba cocinas, y Sandra, su madre, era peluquera. Por la rama materna tiene orígenes judíos. Desde pequeño lo tenía claro: quería ser futbolista. Y lo consiguió muy pronto (a los 14 años) en el club al cual veneraban en su familia: el Manchester United. Once años estuvo en ese equipo.
Es en esa época en la que conoce a Victoria, su gran amor. El propio David ha contado que cuando vio por primera vez en la tele a la Spice Girl pija se quedó en estado de shock y confesó a sus amigos: esta chica tiene que ser mía. Logra su objetivo y comienzan a salir en 1997. En 1999 se casan a lo grande en un castillo irlandés. Llegan los hijos: Brooklyn (1999), Romeo (2002), Cruz (2005) y Harper (2011).
Victoria comienza a sofisticar al futbolista, que hasta entonces tiene ese puntito paleto propio de todo miembro de su gremio deportivo. Las revistas se vuelven locas por fotografiar a la guapísima pareja y se transmite al mundo la idea de que no hay pareja más ideal que la que componen David y Vicky.
Pero en 2003 a David Beckham le ficha el Real Madrid y las cosas se tuercen. En principio, ambos tienen planeado vivir juntos en España y alquilan para tal fin una gran casa a las afueras de Madrid. Pero Victoria Beckham declara que este país le huele mucho a ajo y, finalmente, se queda en Reino Unido. David Beckham aterriza en un vestuario donde la juerga es una religión y cada noche puede verse por Madrid a Roberto Carlos, Ronaldo, Makelele y otros compañeros de equipo persiguiendo camareras por los bares de copas. David se suma a la frenética actividad de sus camaradas madridistas y, según desvela posteriormente uno de sus guardaespaldas, suma numerosas infidelidades en ausencia de su esposa. Se habla, incluso, de un escarceo sentimental con Ana Obregón. Lo cual llega a oídos de Victoria que, aprovechando una visita a España, aprovecha para cantar las cuarenta a la actriz española y llamarla vieja.
Además, David Beckham se lía con Rebeca Loos, su asistente personal, y esta no tarda en contar con todo detalle lo bien que se lo han pasado juntos.
Pero el matrimonio entre David y Victoria es indestructible y así lo demuestran solventando sus cuentas en privado y reapareciendo, de nuevo, como la pareja perfecta. España es un episodio negro en la vida sentimental de ambos que dejan atrás en 2007, cuando se largan a California, donde el jugador ficha por Los Angeles Galaxy. Todavía en 2008, y ya consciente de que vive el final de su carrera deportiva, David Beckham juega en el AC Milan (2008) y en el Paris Saint-Germain hasta que en 2013 anuncia su retirada del fútbol.
David Beckham ha sido un fenómeno mediático global que ha trascendido los campos de fútbol. Entre los rasgos de su personalidad menos conocidos está el ser un maníatico del orden hasta extremos enfermizos (él mismo lo ha confesado).
Sus tatuajes forman parte de su potente imagen. Uno de ellos, en hebreo, hace alusión al amor que profesa a su esposa Victoria: “Yo soy de mi amada, mi amada es mía”.
