Caroline Cossey, también conocida como Tula, es una modelo inglesa famosa por ser una de las mujeres transgénero más reconocidas por el público que llegó a convertirse en chica Bond en los años 80, con todo lo que ello supone. Recordemos la vida de esta mujer, que ha luchado y continúa luchando para que el mundo entienda que tiene los mismos derechos que cualquier otra persona.
Cossey nació con genitales masculinos y con el síndrome de Klinefelter una mutación cromosómica que se manifiesta con hipogonadismo hipergonadotrópico (los testículos no son funcionales), ginecomastia (crecen los pechos) e infertilidad. Tuvo claro desde pequeña que era una mujer, por lo que dio el paso de transicionar en una época en la que la transexualidad ni se comprendía ni estaba bien vista.
Después de someterse a una terapia hormonal, Cossey inició una carrera como showgirl y stripper, trabajando en los clubes nocturnos de Londres, París y Roma, aunque finalmente triunfó como modelo. Eso sí, todo lo hizo sin contarle a nadie que era una mujer trans, puesto que quería tener las mismas opciones laborales que el resto de las mujeres.
No le fue mal, y se convirtió en presentadora del conocido programa de juegos de televisión estadounidense 3-2-1. El problema fue que un periodista descubrió su secreto, y la amenazó con hacerlo público, por lo que dejó el programa de la noche a la mañana.
El periodista no cumplió su amenaza, y en 1981 se convirtió en Chica Bond en la película Sólo para sus ojos (For Your Eyes Only), protagonizada por Roger Moore. Esto le dio una fama inesperada, y le llevó a posar para la revista Playboy, convirtiéndose así en la primera mujer transgénero en lograrlo.
Pero entonces ocurrió. El periodista no lo contó en ese momento, pero el periódico News of the World la sacó del armario con un reportaje con tintes tránsfobos titulado Una de las chicas Bond ya fue hombre. Este reportaje y las posteriores reacciones de la gente la llevaron a aislarse y sumirse en una terrible depresión, en la que llegó a plantearse quitarse la vida.
Pero, afortunadamente, conoció al Conde italiano Glauco Lasinio, que la sacó del pozo de depresión en el que se había sumido y la animó a hacer campaña para cambiar las leyes anti-trans del Reino Unido. Por eso empezó a luchar para ser reconocida legalmente como mujer y poder casarse y lo consiguió, creando jurisprudencia que ayudó a la creación de la Ley de Reconocimiento de Género, que permite a las personas cambiar su identidad legal.
Pero la victoria legal no significó que todo el mundo lo asumiera del mismo modo. Se llegó a casar con el millonario Elias Fattal, de quien siempre dijo que había sido el amor de su vida, pero la relación no acabó bien. Tras regresar de su luna de miel en Acapulco, los padres de él se enteraron de que era una mujer transexual y le amenazaron para que la dejara. Y él lo hizo. Un duro varapalo para Cossey, que continuó luchando por lo que consideraba justo.
