10 películas de terror eróticas (porque el miedo puede ser sexy)

La fórmula, a priori, es perfecta. Si el cine de terror gusta y el cine erótico gusta, juntando los dos, el resultado debe gustar mucho. Pero claro, hay que contar con que no todo el cine de terror gusta por lo que la mitad de esta simbiosis puede fallar. A pesar de todo, este género híbrido del miedo sexy ha dejado títulos míticos para el recuerdo. 

Eso sí, antes de entrar en faena con las películas, es justo ponderar al director que, durante años, captó a la perfección la esencia de este subgénero: Jean Rollin. Sus filmes combinaban el terror, con la feminidad, la sensualidad, el gore, la elegancia y los diálogos románticos, a la par que surrealistas.

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Un combo loco que tuvo su apogeo en La Morte Vivante (1982), donde nos presentó a una Françoise Blanchard que alcanzó el estatus de mito erótico en los 80. No cabe esperar menos de una mujer que resucita, tras dos años fallecida, y se pasea desnuda por Francia buscando víctimas. Es más, si hasta Rob Zombie le dedicó su mítico tema The Living Dead Girl. Casi nada. 

10. Emmanuelle y los últimos caníbales (1980)

Si juntamos a Joe D’Amato, mítico director y productor de cine erótico, y a Laura Gemser, actriz que pasó más tiempo desnuda que vestida en cámara, la película está medio hecha. Faltaría el toque gore que el bueno de D’Amato resolvió a las bravas: caníbales. 

La trama nos lleva a una isla a la que viaja un periodista de Nueva York para investigar. Algo que queda en un segundo plano, si tenemos en cuenta que Laura Gemser se desnuda cada 10 minutos. Esto es, unas nueve veces en la hora y media que dura la película. Si os gusta la protagonista, podéis verla también en Sexy noche de los muertos vivientes (1980) o Violencia en la prisión de mujeres (1983). Imprescindibles. 

9. El ataque de las chicas del equipo de natación contra los zombies (2007)

Si desde un principio, como hizo Koji Kawano, te tomas tu película como algo divertido, tienes mucho ganado. En este caso, la historia se centra en un instituto en el que un profesor loco expande un virus que convierte a todo el mundo en zombies. A todos, menos a las chicas del equipo de natación que se libran por el cloro de la piscina.

Natación, piscina y bañadores son la excusa perfecta para colar, entre zombie y zombie, un poquito de más de carne y una escena picantona. Rozando lo épico. 

8. Phoenix the Warrior (1988)

Que la protagonista de tu película es una playmate, es toda una declaración de intenciones. En este caso, Peggy Sands es la encargada de criar al primer hombre que nace en décadas, tras ser aniquilados todos por una bacteria. 

Una premisa interesante y con recorrido pero, ¿quién quiere una historia decente, cuando puede poner a tías buenas a luchar entre ellas? Robert Hayes, te admiramos. 

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7. Sorority House Massacre II (1990)

Un clásico de clásicos. Una casa en la que hubo una masacre hace años. Unas nuevas dueñas que, en este caso, son cinco chicas jóvenes a cual más guapa. Y una noche a pasar en la casa, antes de que llegue el camión de la mudanza.

A todo eso le sumamos una ouija oculta en el sótano y una sesión de espiritismo en ropa interior y, voilá, tenemos pelotazo de terror erótico festivo. 

6. Ilse, la loba de las SS (1976)

Dyanne Thorne y la trilogía que generó esta película, son ya títulos de culto del género Nazi Exploitation. Lo peor es que está basada en hechos reales. Nos cuenta la historia de una directora de un campo de concentración quien experimentaba con mujeres, pensando que soportaban mejor el dolor que los hombres.

Claro, a eso hay que sumarle escenas subidas de tono, algunas de ellas muy gratuitas, pero necesarias durante la época dorada del porno/terror. 

5. La Orgía de la Muerte (1965)

La primera colaboración de Ed Wood con Steve Apostolof fue tremenda. Una historia bizarra como pocas que aúna stripteases, momias, hombres lobos, un escritor, su mujer, un emperador…

Un combo loco sin desperdicio que cobmina magistralmente la serie B, con lo picantón y lo macabro. 

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4. Invasión de las chicas abeja (1973)

Algo raro está ocurriendo desde el momento en que todos los hombres que mantienen relaciones con un grupo concreto de mujeres, aparecen muertos. Aunque las autoridades advierten que no lo hagan, ellas son muy convincentes, a lo que ayuda que no lleven nunca ropa interior (falta de presupuesto, suponemos… ejem).

Si esta película causó traumas sexuales a mucha gente en los 70, no lo sabemos, pero miedito en el cuerpo si metió a más de uno. Con las cosas de comer no se juega. 

3. Big Tits Zombies (2010)

Si alguien se preguntaba qué hacen las streapers cuando no tienen mucho trabajo, no hace falta que busquen la respuesta, se la damos nosotros: matan zombies.

Al menos es lo que nos mostró Takao Nakano en este filme en el que, al más puro estilo Narnia, una puerta oculta, lleva a unas macizorras a encontrar un Necronomicón que las convertirá en las cazadoras de muertos vivientes más sexys ever. 

2. La noche del terror ciego (1972)

Ojo que uno de los puestos de honor lo ocupa el director español Amando de Ossorio cuya idea es sencillamente genial. ¿Qué pasaría si los Caballeros Templarios excomulgados por adorar al diablo volvieran a la vida en forma de zombies esqueléticos?

Obviamente, buscarían a mozas con grandes atributos para perseguirlas, matarlas, revivirlas y hacerlas sus esposas. Lógico, ¿no? 

1. Acoso en la noche (1980)

La historia arranca en un hospital donde despiertan varios protagonistas con amnesia. Pinta bien, ¿verdad? Pues hasta ahí. Baste decir que el director es el ya mencionado Jean Rollin, quien sacrificó otra idea que podría tener recorrido, por una orgía de sexo suave, lesbianismo más suave aún, gore a raudales y zombies, transformados por un accidente medioambiental.

El resultado, como se puede imaginar, fue legendario. 

Fotos y vídeo: Youtube