Drew Barrymore rectifica sobre la huelga (pero no tanto)

Camino de cinco meses de huelga de guionistas y sobrepasados los dos meses en la de actores, nadie esperaba que Drew Barrymore se convirtiera en primera gran villana de alguno de los gremios, con un movimiento de esquirol que ha resultado torpe, evitable y que, probablemente, deja marcado su futuro en Hollywood.

La actriz y presentadora decidió, porque ella lo vale, que iba a retomar su talk show en televisión. Y lo iba a hacer, agarrándose a la ladina excusa de no ser una película o una serie y no estar sujeta a los mandatos reivindicativos del sindicato de actores (SAG-ASTRA).

Obviamente, el mundo entero se le ha echado encima. Compañeros, amigos, seguidores, anónimos… A Drew Barrymore le han debido pitar los oídos como si tuviera un altavoz pegado a la oreja.

Y, claro, viendo que había pasado de ser uno de los rostros más queridos de Estados Unidos, a ser repudiada por las masas, Drew Barrymore ha decidido recular. Pero, como viene pasando en los últimos días con la actriz, lo ha hecho fatal. Y es que sus disculpas, publicadas en un vídeo de Instagram que posteriormente ha borrado y sustituido por una breve nota, ha tratado de navegar entre aguas y no enfadar a sus compañeros en huelga, pero tampoco a los estudios. Al final, ha mosqueado a todos, incluso a quienes apoyaron su decisión de volver a emitir cosa que, por cierto, también ha confirmado que no ocurrirá hasta que termine la huelga.

“Creo que no hay nada que pueda hacer o decir ahora mismo que os parezca bien“, comenzaba diciendo entre lágrimas. Tras pedir perdón a los sindicatos y compañeros, la presentadora aseguraba haber recapacitado. “He escuchado a todo el mundo y he tomado la decisión de parar el reestreno del programa hasta que termine la huelga. No tengo palabras para expresas mis más sinceras disculpas a cualquiera que haya herido. Y, por supuesto, a nuestro increíble equipo que trabaja en el programa y que lo han convertido en lo que es hoy”.

Y si alguien pensaba que el populismo terminaba con su equipo, aún quedaba un poco más. “De verdad, confío en que haya una solución para toda la industria muy pronto“, aseguraba. Amiga, la solución ya la comentó Joe Biden en su día, con su legendario “pay them more”, que parece que los estudios no están dispuestos a asumir.

Sea como sea, el problema que se ha buscado Drew Barrymore, para acabar quedándose como estaba, sin programa, se estudiará en la historia de Hollywood como una de las grandes meteduras de pata del siglo XXI, como cuando Miles Teller y Emma Watson dijeron que no a La La Land.