El regreso de Shelley Duvall al cine… ¡20 años después!

Shelley Duvall fue una víctima de Hollywood, de la presión que la mayor industria cinematográfica del mundo ejerce sobre sus actrices y actores. Y fue también víctima de una de las películas, sino no la que más, por la que todos las recuerdan: El resplandor.

Su participación en la exitosa película de terror de Stanley Kubrick supuso un antes y un después en su carrera y en su vida. Un tema tan candente actualmente como es el de la salud mental se cruzó de sopetón con la actriz, que se vio incapaz de superar la presión que sobre ella ejerció el mítico director estadounidense durante el tiempo que duró el rodaje.

Su carrera se alargaría hasta 2002, después de participar en El resplandor pero ya nada volvió a ser como antes. El rol de estrella que alcanzó entonces se fue difuminando hasta terminar por desvanecerse.

Eso sí, nunca es tarde para renacer de las cenizas y parece que ese es el caso de Duvall, que vuelve al cine 20 años después de su retirada… ¡Y con otra película de terror!

El regreso: The Forest Hills

Ese es el título de la película en la que podremos volver a ver en acción a Shelley Duvall: The Forest Hills (previsiblemente para el próximo año 2023), según confirmó Deadline. Se trata de una producción escrita y dirigida por Scott Goldberg, su primer gran proyecto para la gran pantalla y en el que ha querido contar con la mítica actriz como su protagonista.

Junta a ella, en el reparto contará con otro actor que al que Hollywood parecía querer olvidar, como es Edward Furlong (Terminator 2, American History X), una veterana y experta en cine de terror como Dee Wallace y otros nombres como Debbie Rochon, Robert Leckington, Linda Flores, Chiko Mendez, Laurie Hamfeldt Mahoney, Tom Moynahan o Sherrie Renea Lewis.

Y en cuanto a lo que nos vamos a encontrar, hasta ahora lo único que conocemos en un breve sinopsis oficial que nos habla de “un hombre es atormentado por visiones de pesadilla después de sufrir un traumatismo craneal mientras acampaba en los bosques de Catskill“. Y de ahí, también sabemos que Duvall interpretará a la madre de Rico (Chiko Méndez), el chaval que sufre esas tenebrosas alucinaciones y del que ella hace además de voz interior y de visión recurrente a lo largo de la cinta.

La explosión de un sueño

Shelley Duvall comenzó en esto del cine en 1970 haciendo el papel de Suzanne en El volar es para los pájaros, a las órdenes de Robert Altman, un director que la llevó directa al estrellato hollywoodiense al contar con ella en varias de sus películas durante la década de los años 70.

Junto a él, también rodó Los vividores (1971), Ladrones como nosotros (1974), Nashville (1975), Buffalo Bill y los indios (1976), 3 mujeres (1977), para comenzar junto a él también la década de los 80 con Popeye (1980). Y de esa rentable colaboración director-actriz le llegó a ella el mayor de los reconocimientos dentro de su carrera como actriz, el premio a la mejor actriz en el Festival de Cannes de 1977 por su papel de Millie Lammoreaux en 3 mujeres.

En medio de todas aquellas películas, Duvall también probó suerte con otros directores, como Woody Allen, con quien trabajó haciendo de Pam en Annie Hall; o Stanley Kubrick, que contó con ella para ser Wendy Torrance en El Resplandor. Una decisión que fue la peor de su carrera…

Del sueño a la pesadilla

Las tremendas exigencias de Kubrick en busca de la perfección durante el rodaje de El Resplandor, se supusieron a la actriz entrar en un círculo terrible de ataques de nervios y crisis de ansiedad que le hicieron, primero, sufrir una importante pérdida de pelo y, más tarde, acabar adentrándose en una oscura y larga depresión.

A aquella nefasta experiencia se le sumó además el ser nominada al premio Razzie a la Peor Actriz por ese papel de Wendy Torrance, un varapalo que, después de lo sufrido durante el rodaje y el trabajo detrás del personaje -y las malas críticas y el fracaso de su siguiente película, Popeye– terminó por hundirla y llevarla a una vida con problemas de salud mental que han llegado hasta nuestros días.

Hoy, más recuperada de aquellos males que la han perseguido durante tantos años, ha decidido volver a recuperar ese pasado glorioso a sus 73 años, volviendo a sentir lo que un día fue miel en sus labios y quien sabe si no volver a dejarnos boquiabiertos como antaño. Como le dejó al propio Scott Goldberg, quien dijo en una entrevista que “Shelley contribuyó a que El resplandor fuera una obra maestra absoluta al darlo todo y actuar de una manera que realmente mostraba el miedo y el horror de una madre aislada“. Muy pronto volveremos a saber de ella…

ANTONIO SÁNCHEZ

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