Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro nació en la isla de Madeira. Su padre le puso Ronaldo como segundo nombre en honor al presidente estadounidense Ronald Reagan. El progenitor de Ronaldo tuvo siempre serios problemas con el alcohol que acabaron con su vida en 2005.
Comienza jugando en equipos portugueses hasta que en 2003 ficha por el Manchester United y se convierte en una superestrella. Su llegada al Real Madrid le encumbra a lo más alto: se convierte, en aquel momento, en el fichaje más caro de la historia del futbol. El club blanco paga 94 millones de euros por su traspaso.
La vida privada de Cristiano Ronaldo resulta un tanto enigmática. El futbolista se ha blindado y apenas habla de ella. Vive con su madre en Madrid, en la exclusiva urbanización La Finca de Pozuelo de Alarcón. En 2010 anunció que había tenido un niño y que se ocuparía de él. La identidad de la madre jamás se supo y, por lo que dio a entender el propio jugador mediante Facebook y Twitter, ella renunciaba a la tutela del bebé.
No es un futbolista que frecuente los locales de copas o tenga un historial público de romances elevado. Más bien todo lo contrario. En cierta ocasión se le vio con Paris Hilton en una discoteca y se habló de que algo hubo entre ellos. Pero la relación que Cristiano certifica y promociona es la que mantenía con la modelo rusa Irina Shayk. Una relación que algunos han puesto en cuestión hasta que ocurrió lo que muchos vaticinaban: su ruptura en enero de 2015.
Lo de Cristiano e Irina comenzó en verano de 2013, cuando Cristiano prefirió irse en un yate con un montón de amigotes en vez de disfrutar de su tiempo libre con Irina. Las fotos de su juerga de chicos en el yate trascendieron y, a la vez, ese verano se difundieron otras de Irina en Nueva York y también en una fiesta con el multimillonario Fawaz Gruosi. Ante las especulaciones, surgieron de inmediato rumores de boda para acallar a los impertinentes.
Pero ahora las cosas están como están. Irina por su lado y, Cristiano, por el suyo. Se les rompió el amor…
