La nena más joven de la prole del abuelo (ya bisabuelo) del rockanroll: Mick Jagger. Georgia May es un bellezón muy particular, poco convencional, y por eso convence a las firmas y a las revistas de tendencias, que se la rifan. Nació en Londres hace 21 añitos y su mamá es Jerry Hall, modelo que llevó tieso como una vela a Mick durante un montón de años. Tiene unos espectaculares ojos verdes y mide 1’70. En 2002 entra en la agencia de modelos Elite y comienza a triunfar como la cocacola. Todavía está muy al principio de su carrera pero ya hay quien ha visto en ella a la sucesora de la indiscutible reina: Kate Moss. Porque Georgia, como Kate, combina belleza, un punto de provocación, sensualidad y la chulería rockera que, suponemos, heredó de papi. Todo eso la hace especial y de una fotogenia realmente notabilísima. Lo mismo da que pose en las mejores condiciones de luz que frente a los flashazos de los paparazzi: siempre sale guapísima.
Provocadora y sexy
No se corta Georgia May Jagger a la hora de aceptar posados atrevidos. Para Just Cavalli protagonizó una publicidad de alto voltaje junto al modelo Marlon Teixeira, ambos ligeros de ropa y en actitudes, ejem, de lo más amistosas. Salió en portada de la revista francesa Lui y ha prestado su imagen a marcas como Thomas Sabo y a Mercedes.
Según hemos leído en el Daily Mail (y cada cual otorgue a este medio la credibilidad que quiera), Georgia está de novia con Josh McLellan. El chaval ha ejercido como modelo y también es componente de un grupo neopunk de la escena londinense. Tenía que ser así: la hija del viejo rockero con un joven punk-rocker. Porque ella, como Kate Moss, es musa de una modernidad que adora sus estilismos, su elegancia natural y esos dientecitos separados (con diastema) que son seña de identidad por la cual millones veneran a esta criatura. Llegará lejos.
Fotos: Gtres