Gisele Bündchen es una brasileña de ascendencia alemana. Tiene cinco hermanas: Raquel, Graziela, Gabriela, Rafaela y Patricia (su gemela).
Cuenta la leyenda que Giselle estaba zampándose una hamburguesa en un McDonalds de su pueblo cuando un cazatalentos se fijó en ella. Tenía sólo trece añitos así que se mostró bastante reticente a introducirse en el proceloso mundo de las modelos pero, al final, dijo que sí y triunfó casi desde el primer momento. Casi porque, al principio, hubo algún listo que aseguró que con una nariz como la de Gisele no se podía ser top model (WTF?!).
Adolescente todavía se marchó a Nueva York a conquistar la ciudad de los rascacielos. Lo hizo a toda prisa y en seguida estaba desfilando en las pasarelas para Valentino, Yves Saint Laurent, Chloé, Michael Korks, Dolce&Gabanna… También ha sido (¡cómo no!) ángel de Victoria´s Secret.
Fue novia de Leonardo Di Caprio una temporada (2001-2005) pero actualmente está casada con el jugador de fútbol americano Tom Brady, con el que ha tenido dos hijos: Benjamin, que nació en 2009, y Vivian Lake, nacida en 2012.
También se dijo que tuvo un rollete de una noche con Josh Hartnett cuando cortó con Leo. El asunto tuvo su miga. Les pillaron en un bar de copas de Los Ángeles en actitud muy cariñosa. Lo cual no hubiera tenido mayor importancia si no fuese porque Hartnett, en aquel momento, estaba saliendo con Scarlett Johansson. Ambos hicieron lo que hay que hacer en estos casos: negar la evidencia.
Como modelo a Gisele se le ha puesto como ejemplo de belleza ultrafemenina, muy lejos de la languidez de cierto tipo de profesional de las pasarelas. Vamos, que destaca por sus curvas en un universo más propicio a la delgadez disparatada.
Es la modelo, según la revista Forbes, mejor pagada del mundo. 42 millones de dólares ingresa al año.