Julianne Moore (cuyo nombre real es Julie Ann Smith) es una actriz y productora estadounidense de cine, televisión y teatro. A sus cincuenta y cuatro años, se la considera una de las mejores actrices de nuestros tiempos sin un Oscar; aunque ya cuenta con dos Globos de Oro (el último de ellos, por su papel en Siempre Alice, se lo llevó en 2015), un Premio Emmy y un Premio del Sindicato de Actores, además de haberse llevado los galardones a Mejor Actriz de los festivales de Venecia y de Cannes y de haber estado nominada en cuatro ocasiones para el Oscar y también para el BAFTA. A lo largo de su carrera, Julianne Moore ha participado en más de cincuenta películas como actriz, entre las que destacan los títulos Game Change, Maps to the stars, A Single Man Carrie, Las Horas, Magnolia, El Gran Lebowski o Vidas Cruzadas. Esto sin contar sus demás trabajos como productora de teatro y de televisión.
Uno de los primeros trabajos de Julianne Moore en el cine fue con el personaje de Marlene Craven en la película La mano que mece la cuna (1992), protagonizada por Rebecca De Mornay y dirigida por Curtis Hanson. Tal vez, ese fue el antes y el después de su ascenso hacia la fama. Un reconocimiento muy merecido y que, en ella más que nunca, se basa en una sabia combinación de talento, tesón y personalidad. Porque, si tuviésemos que definir en una sola palabra la figura de Julianne Moore, ésta tendría que ver con ese modo único que tiene de interpretar a sus personajes, pero también con su manera de transmitir emociones que traspasan la pantalla para clavarse en la mirada del espectador como una escena casi real. Ahora, después de tantos años de trayectoria, habrá que esperar para ver si, finalmente, ese don innato para hacer cine de verdad es reconocido con el Oscar a la Mejor Actriz Principal, al que está nominada por Siempre Alice.
Fotos: Gtres