En los últimos años, Megan Montaner ha demostrado ser mucho más que una cara conocida en la televisión española. Con sus interpretaciones recientes en Papeles y La buena suerte, la actriz ha dado un paso hacia un cine más intimista y arriesgado.
En Papeles, un drama social que aborda la inmigración y la identidad, Montaner se sumerge en un papel comprometido y alejado de los registros a los que nos tenía acostumbrados, consolidando su capacidad camaleónica.
Por otro lado, en La buena suerte, hace de asombroso partenaire de Hugo Silva en una película que busca ahondar sobre la búsqueda de redención, la culpa y la importancia de las relaciones humanas.
Pero, ¿cómo comenzó todo?
Megan Gracia Montaner nació en Huesca en 1987. Aunque su carrera en el mundo del espectáculo no fue inmediata, desde muy joven sintió el gusanillo artístico. Primero se formó como maquilladora profesional, una etapa que le permitió conocer el mundo audiovisual desde detrás de las cámaras. y fue precisamente trabajando en televisión donde descubrió su verdadera vocación: la interpretación.
Su decisión de dar el salto frente a las cámaras la llevó a Madrid, donde se formó en la escuela de Cristina Rota, una cantera de talentos que ha forjado a algunos de los nombres más destacados de la industria española. Pronto llegaron las primeras oportunidades en televisión, y con ellas, el reconocimiento del público.
El gran punto de inflexión en su carrera llegó en 2011 con su papel de Pepa Aguirre en El secreto de Puente Viejo, una serie que no solo fue un fenómeno de audiencia en España, sino que también conquistó a miles de espectadores en Italia y otros países.
A partir de ahí, llegaron otros éxitos televisivos como Gran Hotel, Sin identidad o Víctor Ros, donde Megan demostró su versatilidad en géneros que iban desde el thriller hasta el drama histórico.
Más adelante, se consolidó como uno de los rostros más sólidos del panorama audiovisual con papeles protagonistas en series como La caza. Monteperdido y 30 Monedas, la serie de terror dirigida por Álex de la Iglesia, que le abrió también las puertas del mercado internacional.
Fuera del set, Megan Montaner ha mantenido un perfil bajo y reservado. En 2017 fue madre de su primer hijo, fruto de su relación con el biólogo Gorka Ortúzar, y desde entonces ha sabido compaginar su vida familiar con una carrera que no ha dejado de crecer.
¿Qué le espera ahora a Megan?
El futuro inmediato de Montaner promete emociones fuertes. Está a punto de estrenarse una nueva temporada de La caza, donde retomará su papel de la sargento Sara Campos, un personaje que se ha convertido en uno de los más icónicos de su trayectoria y que continúa evolucionando. Además, la veremos de nuevo como protagonista en Entre tierras, una serie ambientada en la España rural de los años 60 que mezcla drama, lucha femenina y secretos familiares.
En el terreno cinematográfico, tiene un proyecto en el horizonte. Ya no quedan junglas es un thriller emocional con tintes sociales que supone el gran salto internacional de la actriz. El filme, donde comparte reparto con Hovik Keuchkerian y Ron Perlman, supone un nuevo hito en su carrera y podría llevarla a explorar nuevos territorios más allá de nuestras fronteras.
No, Megan Montaner no busca la comodidad en su trabajo y trata siempre de arriesgarse con historias valientes y personajes duros. Eso es lo que le ha colocado como uno de las actrices más prometedoras. Y lo que le queda.