Chris O’Donnell fue el niño bonito de los años 90. No había película que no contase con él y tenía un futuro prometedor por delante. Hasta que la alargada sombra de Robin se cruzó en su camino y terminó por hundir los sueños del actor. Recordemos su trayectoria y cómo ha resurgido poco a poco como actor de series procedimentales.
Una familia muy grande
Christopher Eugene O’Donnell, Chris O’Donnell para los amigos, nació en Winnetka, Illinois, en 1970. Hijo de una agente inmobiliaria y un director de radio, fue el menor de siete hermanos de una familia fervientemente católica.
Actor precoz
Con sólo 16 años y tras haber hecho sus pinitos como modelo, el actor hizo su primera gran incursión frente a cámara en un anuncio de McDonald’s, en el que aparecía nada menos que junto a Michael Jordan, la por entonces estrella de los Chicago Bulls.
Siempre lo tuvo claro
Interesado por la interpretación, comenzó a acudir a diferentes casting en la adolescencia. Así fue como en 1986 se estrenó en la pequeña pantalla, gracias a una breve intervención en la serie Jack y Mike.
Empezó fuerte
Su salto al cine llegó en 1990, compartiendo protagonismo con Jessica Lange, Joan Cusack y Kathy Bates en el drama Los hombres no abandonan, de Paul Brickman.
Éxito internacional
Kathy Bates fue quien le ayudó a entrar en el reparto de Tomates verdes fritos, su segunda película y la primera que tuvo tirón internacional.
La crítica le adoraba
Gracias a Tomates verdes fritos llegó a protagonizar junto a Al Pacino Esencia de mujer, título por el que optó por primera y única vez a un Globo de Oro como mejor actor secundario.
Fama creciente
Su fama no hacía más que crecer, por lo que empezó a seleccionar proyectos por sí mismo, con mayor o menor fortuna, como veremos más adelante. Así, pasó de la aventura de Los tres mosqueteros al drama romántico de Círculo de amigos o Amor loco.
Un papel que nunca debió aceptar
Y así fue como llegamos a uno de sus papeles más desgraciadamente célebres. Fue seleccionado para interpretar a Robin, el compañero de Batman, en el filme Batman Forever que, aunque funcionó en taquilla, hundió en la miseria al intérprete. Y su secuela Batman y Robin no hizo sino hundirle más todavía.
Trató de resurgir
Chris O’Donnell trató de ser considerado un actor serio protagonizando Cámara sellada, de James Foley, una dura historia sobre racismo. También se atrevió con una romántica biografía bélica junto a Sandra Bullock, En el amor y en la guerra. Pero nada funcionó.
Grandes errores
Fue candidato a protagonizar Titanic, de James Cameron, papel que terminó interpretando Leonardo DiCaprio. Además, rechazó el papel que finalmente interpretaría Will Smith en Men in Black y el de Spider-Man, que terminaría siendo para Tobey Maguire.
Un descanso
Finalmente, cansado de la industria y de errar en la elección de sus papeles, se retiró unos años de la actuación para pasar más tiempo con su creciente familia.
Un tímido regreso
Poco a poco, O’Donnell comenzaría a aparecer en distintas series de televisión, como Dos hombres y medio, El abogado o Anatomía de Grey, en la que daba vida al novio veterinario de Meredith Grey (Ellen Pompeo).
Resurrección
En 2009 fue elegido para encarnar a uno de los agentes protagonistas de NCIS: Los Ángeles, spin-off de NCIS. Durante 14 temporadas interpretó a G. Callen, un agente especial cuyo talento natural para el trabajo encubierto es legendario.
Proyectos pendientes
Se ha embarcado en un nuevo spin off de una serie de éxito con la serie 9-1-1 Nashville, la continuación de 9-1-1, serie sobre los servicios de emergencias de EEUU. Así, en este proyecto de Ryan Murphy que se encuentra en producción, Chris O’Donnell dará vida a un bombero que se enfrenta a los casos más surrealistas.
Otros negocios
Además de la actuación, O’Donnell abrió junto a su familia la pizzería Pizzana, que ya cuenta con varios restaurantes en California.
Su propia gran familia
En 1997 contrajo matrimonio con la profesora Caroline Fentress, con la que ha tenido cinco hijos. O’Donnell es un católico practicante, asiste a misa regularmente junto a su familia.
