Vive deprisa, muere joven y deja un cadáver bonito. Está mítica frase que fue pronunciada por primera vez por John Derek en el filme Llamad a cualquier puerta bien podría aplicarse a la fulgurante carrera musical de The Runaways. El mítico grupo de hard rock y punk solo estuvo en activo cuatro años (de 1975 a 1979) pero en este corto período de tiempo hicieron historia.
Inicios
La baterista Sandy West y la guitarrista Joan Jett se aliaron con el productor Kim Fowley para crear un grupo de chicas. Así fue como conocieron a la bajista Micki Steele y comenzaron una gira por el circuito de clubs de California.
¿Producto comercial?
Las malas lenguas aseguraban que The Runaways era un producto comercial creado por Kim Fowley, que pensó que cuatro chicas vestidas de cuero y lencería tocando rock and roll sería todo un éxito.
La banda al completo
Micki Steele dejó el grupo y posteriormente formaría parte de las exitosas The Bangles. Fue reemplazada por la vocalista de 19 años Paul Goldwin y la bajista Peggy Foster. Después de que Goldwyn se fuera, Cherie Currie se les unió como cantante y Lita Ford, con sólo 15 años, como guitarrista. Tras algunas pruebas, Jackie Fox, que inicialmente se había presentado al puesto de guitarrista, se incorporó al bajo y la formación se completó.
Su gran éxito
Su éxito más conocido fue Cherry Bomb, que ha sido versionado por multitud de bandas, entre ellas Miley Cyrus y la siguiente banda de Joan Jett, The Blackhearts. El tema estaba incluido en si álbum debut The Runaways.
Las reinas del punk
Su segundo álbum, Queens of Noise les llevó a embarcarse en una gira mundial. La banda, que ya se había labrado una alta reputación en la escena punk estadounidense de la costa oeste, se relacionó estrechamente con formaciones como Blondie, The Ramones y The Dead Boys, principalmente a través del mítico CBGB, el popular templo punk neoyorquino.
Una gira de locura
En 1977 el grupo llegaba a Japón, donde se vieron sobrepasadas por una horda de fans parecido a lo que les sucedió a los Beatles en 1964 en su primer viaje a EEUU. Publicaron un álbum en directo, llamado Live in Japan, que rápidamente alcanzó el oro.
Nuevos abandonos
Mientras se encontraban en el país nipón, la bajista Jackie Fox dejó el grupo y Jett se ocupó temporalmente del bajo hasta la incorporación de Vicki Blue, que contaba, de 17 años. Después fue Cherie Currie quién abandonó el grupo y Jett se quedó como vocalista principal.
Adiós a Kim Fowley
El grupo grabó su cuarto álbum, Waitin’ for the Night, y empezó una nueva gira con una banda amiga, The Ramones. Este fue el último disco mundo a Kim Fowley , quién fue acusado por algunas componentes de abuso verbal y sexual.
Un nuevo comienzo
La bajista Vicki Blue dejó el grupo debido a una enfermedad y fue sustituida por Laurie McAllister. Con esta formación fue como publicaron su último álbum, And Now… The Runaways, esta vez con el productor John Alcock.
El final
Hubo desacuerdos entre las componentes del grupo con respecto al estilo de música que querían tener en la banda, sobre todo entre Jett y Ford. Joan quería hacer un cambio hacia el glam rock, mientras Lita, apoyada por Sandy West, quería continuar con el hard rock/heavy metal. Finalmente, ninguna estuvo de acuerdo con la otra y, en 1979, The Runaways se separaron.