Las segundas oportunidades de un Hollywood con más conciencia social y feminista siempre son una buena noticia. Ocurrió con Brendan Fraser y ahora parece que le ha tocado el turno a Pamela Anderson, que ha conquistado el Festival de Cine de San Sebastián con su filme The Last Showgirl.
Gia Coppola le tendió la mano a una Pamela que triunfó gracias a su cuerpo escultural en Los Vigilantes de la Playa y vivió su momento más oscuro por su cinta sexual con su por entonces marido Tommy Lee Jones. Pero ahora, con todo en el pasado, la actriz hace valer su talento por encima de lo demás.
Pamela Anderson ya venía de recibir elogios por su interpretación en Toronto, donde incluso llegaron a pedir para ella una nominación al Oscar. Al igual que Demi Moore en Cannes, Pamela Anderson resurge de la mano de la nieta de Coppola, que se fija más en el buen hacer de su tía Sofía para contar la historia de una cabaretera de un show de Las Vegas que se enfrenta al cierre del espectáculo en el que baila.
La estrella de San Sebastián
Pamela Anderson conquistó San Sebastián en la última jornada del festival, donde se abrió a los medios. “Me he perdido algunas décadas. De Los vigilantes de la playa y Playboy hasta ahora es como si no recordara lo que ha pasado en medio. Ha sido una bendición que llegara este proyecto, nunca es demasiado tarde. Yo estaba en el jardín haciendo mermeladas cuando me llamaron. Siempre he sabido que era capaz de hacer mucho más y pensé que quizás esta era la única oportunidad de hacer un papel así, pero ahora, a mi edad, sé que puedo hacerlo”, dijo en la rueda de prensa del filme.
La estrella aseguró saber que su carrera “trató de lo físico”, aunque considera que ha llegado el momento de demostrar su valía. Por ello, construyó su personaje a través de sus propias experiencias, creando un papel que, si bien no es fácil que le reporte un Oscar, sí que le devolverá la alegría que le robaron en sus años dorados.