Macarena Gómez y Aldo Comas en modo bohemio y otros momentazos de los Goya
Macarena Gómez y Aldo Comas en modo bohemio y otros momentazos de los Goya

Qué noche la de aquel día, señoras y caballeros. Glamour, sofisticación, trajes elegantes, chicas y chicos guapos... ¡y fiesta! Porque los Goya son también una fiesta en la que la gente del cine va a pasárselo bien y con enormes ganas de juerga. Y una pareja que lo expresaron claramente delante de las cámaras fue la que forman (con enorme acierto) Macarena Gómez y Aldo Comas. La chica de La Que Se Avecina y el chico que compartió colegio en suiza con Andrea Casiraghi y que se lanza en paracaídas sin miedo alguno lucieron pieles y actitud bohemia (ahí están las fotos que lo prueban). Ya nos sorprendieron gratamente en la boda de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo y este domingo, de nuevo, dieron la nota de color. Son divertidos. Y eso está muy bien.
Con faldas y a lo loco en la alfombra roja
Por la alfombra roja vimos pasar a una cantidad casi mareante de bellezones de ambos sexos. Juana Acosta es guapa a rabiar y lo demostró una vez más, Hugo Silva supo adaptarse a la etiqueta aunque lo suyo sea más la camiseta, Fernando Guillén Cuervo tuvo que echar una mano a su chica, Ana Milán, con un detallito del vestido que precisó de un arreglo de ultimísima hora (delante de los fotógrafos, fíjate tu), reapareció deslumbrante Blanca Romero (retirada del mundanal ruido aunque, recordemos, fue candidata a un Goya por After), Celia Freijero presumió de súper lazo cortesía de Paule Ka, Miriam Giovanelli refulgió con el platino más rubio que jamás se viera en los Goya...
Y también hubo un hombre con falda: Scott Cleverand, el marido de Assumpta Serna, cuyo origen escocés siempre quiere dejar claro colocándose la tradicional faldita de cuadros. Desafiando al frío, el bueno de Scott repitió (más o menos) modelito. El año pasado ya lo hizo.
Emociones varias sobre el escenario
Al entregar los premios hubo, obviamente, muchos momentos emocionanes. Pero uno fue especialmente conmovedor: el de Terele Pávez, toda una veterana del cine español, historia viva, rompiendo a llorar con la estatuilla en la mano. El aplauso de los asistentes fue atronador. Volvió a demostrarse que actores y actrices se quieren extremadamente entre ellos y son uno sentimentales de cuidado (y eso es verdaderamente bonito).
Javier Cámara, que optaba por sexta vez a un Goya, no esperaba que el galardón cayese en sus manos y ello se reflejó en el estado de absoluta felicidad con el que subió al escenario. No se lo podía creer y le costó enhebrar su discurso. Aunque dejó una de las grandes frases de la noche: Lo que cuesta emocionarse cuando te lo manda un director y lo fácil que es aquí arriba.
Los pechos de Joaquín Reyes, momento bizarro de la noche
En cuanto al momento bizarro de la noche, indiscutiblemente hay que elegir el protagonizado por el grandísimo Joaquín Reyes: mostró sus pechos al modo de las Femen y pidió ¡la subida del IVA! Surrealismo y magia que provocó las carcajadas de los asistentes. El momento albaceteño de la gala (con Ernesto Sevilla y Carlos Areces ayudados por Raúl Arévalo) fue de los mejores.
Y así transcurrió la gala y después cada cual se fue a sus celebraciones o a casa y, en general, la sensación fue de que este año todo se desarrolló razonablemente bien, nadie aburrió en exceso, no hubo rollos insoportables a la hora de los agradecimientos, las chicas estaban muy guapas y los chicos también. Con que ¡hasta 2015!
Fotos: Gtres