Llegó el día.
El Ministerio del Tiempo terminó y lo hizo con su esperada, aplaudida y redonda cuarta temporada.
Javier Olivares y compañía han regalado al mundo una de las mejores series españolas de la historia. Y eso es mucho decir.
Ahora, más allá de la calidad de la serie, de sus actuaciones, de sus guiños históricos y de sus tramas, el último capítulo de El Ministerio del Tiempo, titulado Días del futuro pasado, nos ha dejado una advertencia: Bertín Osborne, presidente de España en 2028.
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En un momento dado, Julián y Lola mantienen una reveladora conversación en un futuro muy lejano. Una conversación en la que Lola señala que Sanidad y Educación tiene quien se la puede pagar. Nos suena, ¿verdad?
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Pues en un momento dado, el nombre de Bertín Osborne sale a la palestra y lo preocupante es que acto seguido no se dice algo sobre que debió enamorarse de la madre de alguien. Ni mucho menos. El cantante llegó a ser presidente de España en 2028, esto es, dentro de dos Elecciones Generales.
¿Cómo lo hizo? De momento, Lola da el eslogan de su campaña: “Mi patria es la tuya”. Lo que incluía dicha campaña, casi se puede intuir
Obviamente, todo el mundo se ha tomado a broma que Bertín Osborne pueda llegar a ser presidente del Gobierno. Pero, ¿es para tomárselo a broma?
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El primer nombre que a todos les viene a la cabeza, como es obvio, es el de Donald Trump. Todos se reían de él en 2015, pero un año más tarde estaba en la Casa Blanca, con acceso a armamento nuclear. Lo peor es que en 2020, de no ser por la pandemia, habría arrasado al inoperante Joe Biden. De hecho, aún está por ver que no le gane las elecciones de noviembre.
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Pero no hay que irse tan lejos para asustarse con la posibilidad de que Bertín Osborne acabe en el Palacio de la Moncloa. El ejemplo está en Madrid, donde una desconocida Isabel Díaz Ayuso se hizo valer meses antes de las Regionales de 2019 con declaraciones absurdas, altisonantes y demenciales. Recordemos los cigotos que iban a contar como miembros de la familia.
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Al final ha acabado ganando y, de no cambiar las cosas, apunta a la privatización, mercantilización y demolición de todo lo público que haya en Madrid.
Moraleja: mejor no reírse de Bertín 2028 y tomar conciencia que, de momento, se puede evitar. Quizá, cuando éste llegue a la Moncloa, sea tarde.
Fotos: Gtres
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