'Bremen no existe': punk generacional para el siglo XXI

“¿El futuro era esto?” se preguntan Biznaga en Bremen no existe.

Suena la soledad de quienes todavía transitan las distintas periferias, en busca de algo, apurando los últimos minutos de la juventud, antes de que todo concluya.

“Los bolsillos rotos por el peso del vacío”.

Canta Biznaga Contra mi generación, aludiendo a los PAUS como territorio de deerrota y al suicidio y a la precariedad.

Esa desazón de haber cumplido los 30 años y hallarse en medio de ninguna parte.

Bremen no existe es uno de los mejores discos de 2022, punk después del punk, una furia reconfortante en medio de tanta molicie.

No se trata de salir en TikTok, hacerse rico, ligar en festivales, cumplir con el sueño capitalista. También hay quien, como Biznaga, lanza su alarido de rabia construyendo himnos que se justifican por su propia belleza.

Citan Biznaga a Los Claveles, otro grupo que nos gusta, también en clave punk.

¿Quién son estos chicos?

Dos malagueños que se conocen en Madrid y a quien se suman otros dos camaradas de armas en la capital del Reino, de antro en antro, tocando aquí y allá, peleando contra la indiferencia.

Hablan del Espíritu del 92 y rememoran viejas historias de desintrualización o (como se decía entonces) “reconversión industrial”.

Y otros ejemplo más de su certero talento: Madrid nos pertenece braman los Biznaga y plantean (cómo no) la necesidad de que arda la ciudad para que se ilumine su verdadera belleza.