Se acerca el estreno de One Piece, exitosa obra escrita e ilustrada por el japonés Eiichirō Oda. El 31 de agosto se incorporará al catálogo de Netflix, la promotora de poner en marcha este proyecto tras otros intentos fallidos en eso de adaptar anime para convertirlo en live action como los de Death Note o Cowboy Bebop.
La plataforma de streaming no está cesando en su empeño de promocionar la nueva serie de todas las formas posibles, algo que se está intensificando según se acerca la fecha de estreno.
Así lo demuestra la sorprendente campaña publicitaria que se ha puesto en marcha en Japón con grandes mensajes en pantallas LED de la estación de Shibuya en los que se puede leer la frase “No puedo decir que algo es entretenido si no lo es“, que en los inicios del proyecto dijo el propio Oda al leer los guiones de la serie.
¿Pero por qué utilizar una frase tan negativa como esta para promocionar la serie y que encima viene de la mano del propio creador de la historia original? La realidad es que, con ello, Netflix, quiere mostrar el cambio que ha sufrido desde la entrada de lleno de Eiichirō Oda en el proceso de producción de la serie (es productor ejecutivo), cambiando incluso escenas ya rodadas y diálogos que el historietista original consideraba que no tenían sentido.
Tampoco han dejado de soltar pequeñas pildoritas con las que hacer la boca agua a los fans de la serie original, como ha pasado con numerosas imágenes detrás de las cámaras, algunas de las cuales buscan revelar secretos importantes solo al alcance de los auténticos fans, como una fotografía del rodaje, publicada por Collider, en la que aparecen los actores Iñaki Godoy (Luffy) y Mackenyu Arata (Zoro) en un lugar reconocible para los seguidores más acérrimos: Villa Cocoyasi.
En el anime original, según explica Collider, podemos ver este lugar en el quinto arco de la historia, momento en el que la tripulación de los ‘Sombrero de Paja’ se encuentra con Nami y lucha contra los Piratas de Arlong, unos auténticos delincuentes de Gyojin que aterrorizan las islas cercanas.
¿Qué veremos en la nueva serie?
Lejos de estas últimas campañas publicitarias previas al estreno, son muchos los que se preguntan qué abarcará el live action de la serie original de anime.
Si nos ceñimos a la sinopsis oficial de Netflix, los detalles son más bien pocos: “Con su sombrero de paja y su variopinta tripulación, el joven pirata Monkey D. Luffy emprende un viaje épico en busca de tesoros en esta adaptación de acción real del popular manga”.
Es difícil saber por donde irán los tiros, pero, por lo que parece, en los ocho episodios de los que constará la serie se resumirán los 100 primeros capítulos del manga y los 61 primeros episodios del anime, que, hasta la fecha cuentan con un total de 1.089 y 1.072, respectivamente. Casi nada…
Así, según la información oficial de Netflix, la serie se estructura en cuatro arcos de dos episodios cada uno. Los primeros dos capítulos tratarán la unión de Zoro, el tercero y cuarto serán de Usopp, los siguientes de Sanji y, finalmente, los de Nami. Todos ellos con Luffy como gran protagonista y todos ellos interpretados por un elenco conformado por Iñaki Godoy, Emily Rudd, Mackenyu Arata, Jacob Gibson, Taz Skylar, McKinley Belcher III, Vincent Regan o Peter Gadiot, entre otros.
En el primer episodio, Romance Down, se abarcarán los capítulos del manga del 1 al 7 y del anime del 1 al 3; en el segundo, El hombre del Sombrero de Paja, del 8 al 21 y del 4 al 8, respectivamente; en el tercero y el cuarto, No cuentes mentiras y Vienen los piratas, del 22 al 41 y del 9 al 18; en el quinto y el sexto, Comer en el Baratie y El Chef y el chico de las tareas, del 42 al 68 y del 19 al 30; en el séptimo, La chica del tatuaje del pez sierra, del 69 al 95 y del 31 al 44; y, finalmente, en el octavo episodio, se abarcarán los capítulos del manga del 96 al 100 y del anime del 45 al 53.
Los precedentes de los live action de animes
Netflix tiene muchas esperanzas puestas en el live action de One Piece, después de algunos sonados fracasos anteriores, para lo que, además, ha invertido una buena cantidad de dinero, unos 18 millones de dólares por capítulo según apuntan desde CBR.
Y es que no quieren que les pase como sucedió con Cowboy Bebop (2021) que se convirtió en un enorme fracaso para la plataforma y terminó por fulminarla sin contemplaciones tras su primera temporada.
O también como sucedió con Death Note, el aclamado anime que habla de jugar con la muerte, y que se estrelló en su live action de 2017, mientras ya se habla, o así se anunció en 2022, de que se hará una nueva adaptación totalmente distinta con los creadores de Stranger Things próximamente…
Parece arriesgado entonces que Netflix siga apostando por convertir animes de éxito en live action que hasta ahora solo se han convertido en fiascos, pero, quién sabe si harán bueno ese dicho de “a la tercera va la vencida”. De momento, esperamos ansiosos su gloriosa venida…
ANTONIO SÁNCHEZ
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