‘El cuerpo en llamas’: true crime con Úrsula Corberó

El 4 de mayo de 2017, el municipio de Cubelles amanecía con una columna de humo procedente del pantano de Foix. Comenzaba así una historia de celos, asesinatos y triángulos amorosos que tenían en el epicentro de la acción a la Guardia Urbana de Barcelona.

Ahora, el conocido como Crimen de la Guardia Urbana se ha llevado a la ficción gracias a Netflix, con Úrsula Corberó, Quim Gutiérrez y José Manuel Poga como los tres protagonistas principales y se estrena el próximo 8 de septiembre.

El cuerpo en llamas está dirigida por Jorge Torregrossa (Fariña, Intimidad), quien ejerce también de productor ejecutivo, y Laura Mañá (Un novio para mi mujer) y escrita por Laura Sarmiento (Intimidad, Matadero).

Caras conocidas en lo nuevo de Netflix

La pareja protagonista de la ficción son Úrsula Corberó y Quim Gutierrez. La primera es ampliamente conocida, sobre todo por su papel de Tokio en La casa de papel, lo que la llevó a dar el salto a Hollywood con Snake Eyes.
Quim Gutiérrez, por su parte, adquiría popularidad con películas como Azuloscurocasinegro y Primos, participando últimamente en producciones como Te quiero, imbécil o Amor de madre.

El reparto se completa con José Manuel Poga, eterno Gandía de La casa de papel; Isak Férriz, que ha triunfado recientemente con Infiesto; y Eva Llorach, que puede que te suene de la serie Élite pero que recientemente ha trabajado en La desconocida y Los pacientes del doctor García.

El Crimen de la Guardia Urbana, un caso real

El 4 de mayo de 2017 se encontraba un cadáver carbonizado dentro de un coche en el Pantano de Foix. Se trataba de Pedro Rodríguez, miembro de la Guardia Urbana de Barcelona, y los acusados del crimen eran Rosa Peral, pareja de la víctima, y Albert López, amante de ésta.

Los tres miembros de este triángulo amoroso habían protagonizado varios escándalos en los meses anteriores al crimen. Peral había denunciado haber sido víctima de una pornovenganza por parte de un responsable del cuerpo. López había participado, en 2014, en la detención en Montjuïc de un hombre que acabó muriendo en el proceso. Y Pedro se encontraba suspendido de empleo por haber agredido a un motorista en la carretera de la Rabassada.

En el juicio, los dos acusados se culparon mutuamente. Peral acusaba a López de haber matado a su novio por celos y López acusaba a Peral de haberlo matado porque la había agredido y, posteriormente, pedirle ayuda para deshacerse del cadáver. Finalmente, ambos fueron condenados bajo la teoría de que ambos asesinaron a Rodríguez a través de un plan premeditado, con la intención de retomar una relación que habían abandonado años antes deshaciéndose de la pareja actual de ella.