Disculpen lo obvio del titular, calificando en superlativo tan directamente esta comedia venida desde el otro lado del océano, una crónica de la lucha de clases cuyo escenario es un edificio de clase media alta en Buenos Aires. El encargado del título es el portero de dicho edificio, que ha de pelear por su supervivencia cuando a los vecinos del inmueble se les antoja una piscina en la azotea y, para costearla, deciden rebajar costes aunque ello suponga guillotinar a un empleado que lleva 30 años trabajando y viviendo junto a ellos.
El encargado (en Disney +) es una creación de Mariano Cohn y Gastón Duprat, dos talentos del cine y la televisión. Suyas son películas tan divertidas y perturbadoras como El vecino de al lado, El ciudadano ilustre o Competencia oficial.
Aunque la gran creación a la que asistimos fascinados en esta ficción magnífica es la que ejecuta su protagonista: el gran Guillermo Franchella, uno de los mejores actores del planeta.
Resulta impresionante la composición que Franchella hace de ese encargado (portero) que domina subterráneamente el edificio pero, a la vez, es víctima de las veleidades de quienes le consideran una propiedad de la que pueden disponer a voluntad.
Y más allá de toda grandilocuencia: El encargado es divertida, trepidante y posee una factura técnica impecable. Y todos sus intérpretes están a la altura, como corresponde a la tradición de excelencia de actores y actrices de Argentina.
Tal ha sido la repercusión de esta serie en su país de origen que los encargados de fincas han expresado su queja por el retrato que se hace, aunque realmente quienes hubieran debido quejarse son los inquilinos, expuestos en todos sus vicios y mezquindades.
Lo mejor de El encargado es su fotografía de costumbres, el modo en que disecciona la vileza de una clase media que anhela piscinas y no mira al prójimo, y eso vale para todo el orbe civilizado.
Ya saben, la España de las piscinas, los PAUs y los colegios concertados a los que se va de uniforme.
Aquí podría hacerse una versión que, en parte, no diferiría mucho del espíritu del original.
Resumiendo: una serie recomendable y absolutamente disfrutable.
DANIEL SERRANO
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