El fulgurante regreso de Demi Moore: claves de su resurrección artística

Sin duda, 2024 fue el año del regreso de Demi Moore y 2025 será el año de su reconocimiento. Considerada como una “actriz de palomitas” (dicho por ella misma), por fin ha conseguido que la industria la tome en serio. Y sólo le han hecho falta 62 años para lograrlo. La Sustancia ha sido la película que la ha encumbrado a lo más alto, después de unos años en los que cada vez se la veía menos por la gran pantalla.

Colección de premios

De momento, La Sustancia ya le ha dado a Demi Moore un Globo de Oro, un Satellite Awards, un Critics Choice Awards y un Saturn Awards.

Más cerca del Oscar

Este año todavía podría conseguir llegar a lo más alto. Y es que si todas las quinielas están en lo cierto, el próximo 2 de marzo podría alzarse con el Oscar a Mejor Actriz Principal.

Lidera las apuestas

De hecho, lo tiene cada vez más fácil, ya que una de sus principales rivales, Karla Sofía Gascón, nominada por su trabajo en Emilia Pérez, ha visto cómo sus posibilidades de ganar un Oscar se han esfumado del todo. Usuarios de la red social X, sacaron a la luz una serie de posts racistas de la actriz en los que arremetía contra todo el mundo, incluida su compañera de reparto Selena Gómez.

La crítica la adora

La crítica adora La Sustancia, así como el trabajo de su directora Coralie Fargeat. Pero ha sido el trabajo de Demi Moore el que ha conseguido que los más puristas alcen las cejas al comprobar que la infravalorada actriz era más que un cuerpo bonito.

Un papel a su medida

Curiosamente, Demi Moore ha triunfado con el papel de una mujer que pone en riesgo su integridad y su propia vida por seguir siendo bella y joven. Como dice Screendaily, una crítica de “cómo la industria del entretenimiento traumatiza a las mujeres para que se hagan cosas terribles con el fin de seguir siendo empleables”.

Se inspiró en su propio pasado

Según ella misma ha asegurado, usó como inspiración para su papel en La Sustancia su propio pasado como icono, en el que su figura fue tanto venerada como castigada.

No sabían qué hacer con ella

Demi Moore llevaba unos años encontrándose en tierra de nadie. Ya lo dijo en el estreno de Los ángeles de Charlie: “A los 40 años tenía demasiado buen aspecto para hacer de mayor, y no era lo bastante joven para hacer de las otras. Parecía que no sabían dónde colocarme“.

Sus últimos trabajos

Antes de caer en sus manos el guion de La sustancia, Demi Moore llevaba tiempo trabajando en películas de bajo perfil como Corporate Animals, Songbird o Please Baby Please. Pero en 2024 volvió a resurgir gracias a la miniserie de Ryan Murphy Feud: Capote vs. The Swans, donde compartió protagonismo con Naomi Watts, Diane Lane, Calista Flockhart, Jessica Lange y Tom Hollander.

Su resurgimiento

Su papel en La Sustancia era el salto que buscaba después de haberse alejado de la actuación de manera intermitente a lo largo de los años: primero, en pleno apogeo de su éxito, para criar a las tres hijas que comparte con Bruce Willis; y más adelante para pensar hacia dónde quería dirigirse.

Un pasado tormentoso

Este período de introspección tuvo como resultado su implacable autobiografía, Inside Out. Mi historia. En este libro, entre otros muchos traumas, habla de los trastornos alimenticios y el exceso de ejercicio al que se sometía para mantener su figura. Algo muy conectado con lo que quiere transmitir La sustancia.

Poco más que añadir

Lo que narra La sustancia es una fábula sobre lo duro que supone exponerse a las críticas de los demás, como ha hecho la propia protagonista durante décadas. Todo el mundo tiene algo que decir respecto a todo, sobre todo cuando se trata del físico de las mujeres. Demi Moore lo ha dicho. Y lo ha clavado.