Gene Hackman: el actor que siempre era protagonista (sin serlo)

Cuando Gene Hackman irrumpía en la pantalla todos los ojos se dirigían hacia él. Tenía esa cualidad hipnótica que algunos intérpretes poseen, ese gesto fiero que deseamos escrutar, la expectativa de que algo va a suceder con un tipo duro de sus características rondando por la escena. Fue protagonista sin serlo en un buen puñado de películas. Sin perdón (1992) no hubiera funcionado igual sin la crueldad de Gene Hackman. Como tampoco hubieran sido lo mismo Arde Mississippi (1988) o La aventura del Poseidón (1972) o Bajo el fuego (1983) o Superman (1978). En todos esos títulos Gene Hackman tenía un papel secundario y, sin embargo, nos acordamos de él por encima del resto del elenco.

Eugene Allen Hackman nació el 30 de enero de 1930 en la localidad californiana de San Bernardino. Se alistó a los 16 años (mintiendo sobre su edad) en los marines y ejerció de operador de radio en misiones a China y Japón. Luego se cansó del ejército y marchó a Nueva York, donde probó suerte en la interpretación y se hizo amigo de Dustin Hoffman.

Bonnie and Clyde (1967) fue su gran salto a la fama (con nominación al Oscar incluida) y después vendría el inmenso éxito de French Connection (1972) y su primera estatuilla (como actor principal en el papel de ‘Popeye’ Doyle).

Le preferimos en La noche se mueve (1976), tan detective de la vieja escuela y, a la vez, con un ligero toque underground, aromado de pachulí y contracultura de los 60 y esa frase mítica cuando le proponen ir a ver una película de Eric Rohmer: “Ver cine francés como contemplar crecer la hierba”. En el original, en inglés, la expresión es aún mejor: “Es como ver secarse la pintura”.

Vendría su segundo Oscar con la mencionada Sin perdón y antes y después otros muchos títulos fabulosos: Marea roja (1995), Hoosiers (1986), The Firm (1993), Poder absoluto (1997), Bajo sospecha (2000).

Y otra de nuestras favoritas: Al caer el sol (1998), dirigida por Robert Benton, autor de piezas tan emocionantes como Kramer contra Kramer (1979).. Es Al caer el sol un noir crepuscular en el que Gene Hackman, Paul Newman y Susan Sarandon componen un triángulo ruinoso y bello bajo la luz cegadora de Los Ángeles. Añádase a la ecuación esa potencia carismática que suma James Garner, otro actor de abrupto carisma.

Este aciago 27 de febrero de 2025 era hallado en su domicilio de Nuevo México el cuerpo sin vida de Gene Hackman y de su esposa, la pianista clásica Betsy Arakawa. El actor tenía 95 años. El perro de la pareja también yacía muerto en el escenario de la tragedia, según se detallaba en la crónica del New York Post.

Adiós a Gene Hackman, actor extraordinario, el hombre que siempre estaba ahí, haciéndose con la atención del público en cuanto asombaba su pétreo gesto y su sonrisa que podía ser cruel o tierna, según conveniera. Adiós a un genio.

DANIEL SERRANO