“Cuando el caos se apodera del mundo, la confianza se desvanece con rapidez”.
La sinopsis de Dejar el Mundo Atrás (Left the World Behind) parece más una frase de perfil de Tinder que el resumen de una película, pero la cosa cambia cuando ves el tráiler y, sobre todo, el repartazo que se ha buscado Sam Esmail para el último gran pelotazo de Netflix.
El creador de Mr. Robot presenta un drama psicológico en el que Julia Roberts y Ethan Hawke se las tendrán tiesas con Mahershala Ali y, bueno, un apocalipsis tecnológico que afecta a todo el mundo.
La trama tiene como base de operaciones la casa de G.H. (Ali), alquilada por Amanda y Clay (Roberts y Hawke) para escaparse unos días de vacaciones, en un entorno natural alejado del ruido de la gran ciudad. El problema empieza cuando G.H. y su familia vuelven a la casa porque el mundo se está descomponiendo en pedazos, a causa de ciberataques controlados a toda la tecnología conocida.
Mientras el planeta es un caos, la lujosa y aislada casa de G.H. es un remanso de paz ficticio, donde la desconfianza va en aumento, hasta el punto de derivar en una auténtica guerra familiar por sobrevivir.
A todo esto súmenle cristales que se rompen solos, los restos de un avión estrellado y una lluvia de lo que parece ser sangre, para tener una de las apuestas del año. Con un toque muy Shyamalan, Sam Esmail demuestra su maestría para crear tensión sin mostrar demasiado en pantalla.
Dicho lo cual, la cinta está basada en la conocida obra de Rumaan Alam, lanzada en 2020. La película llegará a Netflix el próximo 8 de diciembre.
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