La vida salvaje de Felipe Juan Froilán de Todos los Santos

La vida salvaje de Felipe Juan Froilán de Todos los Santos

Si la norma dinástica española no fuese tan ridículamente machista, la infanta Elena hubiera sido reina y su hijo, Froilán, estaría ahora mismo a la espera de recibir la corona.

En el fabuloso cómic Primavera para Madrid, retrato magnífico de las miserias de una Villa y Corte donde se mezclan compiyoguis, un pequeño Nicolás de sainete y realezas sin trono aburridas en las discotecas de Pedro Trapote, se dibuja a Froilán bajo el peso psicológico de ser “el primogénito de la primogénita de un rey” sin futuro alguno en el horizonte monárquico.

Magius, autor de Primavera en Madrid, acierta al esbozar en el rotro de su Froilán de tebeo la rabia de quien pudo ser todo y no es nada.

Quizá esa carga es la que siempre provocó en Froilán una pulsión violenta que va desde la patada que propinó a una niña en la boda de Felipe y Letizia hasta los recientes sucesos en diversos establecimientos de ocio.

Lo último ha sido una pelea a navajazos a la puerta de la discoteca Vandido del madrileño barrio de Salamanca.

También estuvo en un tiroteo en una discoteca de Marbella, aunque él no lo provocó ni se vio involucrado.

Y en un AVE se enzarzó en una bronca con una gente del Partido Comunista a quien habría amonestado por sus poco elegantes alusiones republicanas.

La versión de Froilán siempre ha sido, en todos los casos, que él pasaba por allí y no hizo nada.

Y puede que sea cierto. Simplemente Froilán suele estar en el lugar equivocado. Los acontecimientos nunca le pillan sentado en un butacón de casa con un libro en la mano.

Ahora está de moda decir que lo facha es el nuevo punk y, en ese caso, Felipe Juan Froilán de Todos los Santos sería Sid Vicious. Amante de la tauromaquia, pésimo estudiante, con los amigos más pijos que se puedan imaginar y gusto por la juerga. Un icono del nuevo malismo que cierta derecha barriosalmantina reivindica. Hacer lo que a uno le de la gana porque para eso se tienen posibilidades económicas.

Lo que pasa es que el dinero de Froilán (que sepamos) se lo pagan los españoles y españolas a escote.

O su abuelo, quien le prestó (a él y su hermana, Victoria Federica) tarjetas black.

Dicho todo eso, aclaremos que aquí no somos especialmente detractores de Froilán y hasta simpatizamos con su tendencia a la anarquía. Todos hemos sido jóvenes y disolutos. Y, además, hay que apoyar a la hostelería. Eso siempre. Cuando caiga el próximo meteorito, acuéndese la presidenta Ayuso y la vicealcaldesa Villacís de permitir más mesas en las aceras, para que el personal le de al trabo mientras se acaba el mundo.

Pero a lo que vamos.

Algún día Froilán tendrá que sentar la cabeza y aceptar un puesto en un consejo de administración. O una buena oferta de relaciones públicoas en alguna discoteca de la capital.

DANIEL SERRANO

Noticias Relacionadas

Las peores películas de 2022

General

La revista Variety ha encargado a dos de sus críticos una selección de lo peor (cinematográficamente hablando) que nos ha dejado el año 2022. Y…

+

Ana Rosa desencadenada: agitación y propaganda

People & Trends

Ha regresado Ana Rosa Quintana con renovados bríos para enfrentarse al totalitarismo bilduetarra de Pedro Sánchez, quien pretende (según desveló Ayuso) una República Federal Laica…

+

El eterno verano de Victoria Federica

People & Trends

Se ha convertido Victoria Federica de Marichalar y Borbón en icono de la juvenil facción monárquica que goza en los conciertos de Taburete y acude…

+