Nancy y Ronald Reagan en 1984. Playas de Hawái. Hace ya tres años que este ex actor de Hollywood (que nunca fue, del todo, una estrella) se ha convertido en presidente de los Estados Unidos. El mundo es un lugar feliz que ha pasado página a los sueños contraculturales de los 60 y 70. Ahora todo el mundo quiere hacerse rico y se ha llegado a la conclusión de que el capitalismo es lo mejor que le ha sucedido a la humanidad desde la invención de la rueda. Margaret Thatcher, en Gran Bretaña, está aplicando su pedagogía de hierro a los mineros, que se le ponen en huelga y hasta George Michael (todavía en Wham!) les apoya mediante el envío de una bonita suma de libras para la caja de resistencia.
El de la foto fue el penúltimo verano nuclear, todavía existía el pavor a una guerra atómica (se estrenan en los cines películas al respecto: Juegos de guerra, El día después, Cuando el viento sopla) aunque pronto llegará el fin de la historia cuando la URSS firme su acta de defunción y se inaugure el primer McDonalds de Moscú.
A Reagan se le acusaba de ultraconservador y de carecer por completo de una instrucción suficiente para dirigir el Imperio, pero qué podemos decir tras ver a Donal Trump en la Casa Blanca. El fascismo blando de Reagan se aplicaba en el “patio trasero” de Estados Unidos (Nicaragua, Granada) pero Trump decidió que también valía para Minnesota.
El penúltimo verano nuclear en Hawái antes de que en 1987 sellen Reagan y Gorbachov el histórico tratado de no proliferación de armas nucleares.
Reagan y Thatcher ganaron la Guerra Fría, aparecieron los yuppies y el aerobic, todo era discoteca y buen rollo, quién nos iba a decir que viviríamos un verano nuclear de nuevo, un verano de miedo atómico y que nos quiten lo bailado, si Putin tira la bomba, las gambas ya están pedidas, así que.
Hubo un tiempo de mucha nostalgia con respecto a los 80 que ahora se ha sustituido, vaya usted a saber la causa, por nostalgia de los 90. Los 90 fueron ya un tiempo en pause, como cuando parabas el vídeo Betamax, con Friends e Historias del Kronen, desfase pero calma chicha en lo político y social.
Luego ya vino todo esto: crisis, convulsiones políticas, ultraderecha y rupturismo, sí pero no, qué está pasando.
Nancy y Ronald Reagan sabían lucir bañador, eso hay que admitirlo.
DANIEL SERRANO
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